El presidente de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, Bernardo Bravo, fue asesinado este lunes en el municipio de Apatzingán, Michoacán. De acuerdo con reportes preliminares de la Fiscalía General del Estado, el cuerpo del productor fue localizado dentro de su propia camioneta en la zona de Los Tepetates, con impactos de arma de fuego. Las autoridades han iniciado una investigación por homicidio.

Bravo era una figura reconocida entre los productores de limón del Valle de Apatzingán, donde también encabezaba el Tianguis Limonero, el principal centro de comercialización del cítrico en la región. En los últimos meses había denunciado públicamente la inseguridad, las amenazas y las extorsiones que sufrían los agricultores por parte de grupos del crimen organizado, los cuales exigen cuotas para permitir la venta y distribución del producto.

El líder agrícola había señalado que la crisis del sector limonero se agravaba por la caída de precios y los cobros ilegales de al menos cinco organizaciones criminales que operan en la zona. En febrero pasado, advirtió que tanto él como otros integrantes del tianguis habían recibido amenazas, lo que los llevó a cerrar temporalmente sus oficinas. Aun así, Bravo continuó exigiendo medidas de seguridad y apoyo para los productores.

A finales de septiembre, el dirigente reiteró en redes sociales que los limoneros vivían “permanentemente secuestrados” por las cuotas impuestas por la delincuencia. Pese a reuniones con autoridades estatales, denunció que la violencia no cesaba y que las extorsiones continuaban afectando la economía local. También convocó a una movilización de agricultores para pedir precios justos, acceso al crédito y protección a los jornaleros.