Sierra Norte de Puebla; a una semana del desastre a penas se abren caminos y sigue la búsqueda de desaparecidos

A más de una semana del temporal que golpeó la Sierra Norte de Puebla, los caminos comienzan a abrirse lentamente en municipios como Pahuatlán y Tlacuilotepec, donde las rutas que habían quedado sepultadas por deslaves ya permiten el paso parcial de vehículos, lo que ha hecho posible el ingreso de ayuda, agua potable y cuadrillas de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para restablecer la energía.
Sin embargo, el acceso sigue siendo limitado, y en muchas comunidades la emergencia continúa viva. En Huauchinango, la búsqueda del menor Liam Tadeo González Lechuga, de seis años, mantiene en vilo a la población. Su casa fue arrasada por la lluvia en la zona de Piedras Pintadas y, desde entonces, no se tienen noticias suyas. A su nombre se suman otros tres desaparecidos: Sergio Franco Juárez, Pedro Segura Muñoz y Albino Calderón Islas. Ríos, barrancas y laderas son revisados por brigadas de rescate, voluntarios y elementos de la Guardia Nacional.
Mientras tanto, en comunidades como Los Ángeles, Zoyatla de Guerrero y San Pablito, los vecinos se han organizado para despejar caminos y abrir paso a los víveres. En Pahuatlán, las críticas se concentran en la gestión del ayuntamiento encabezado por Eduardo Romero Romero. Habitantes acusan demoras y favoritismo en la entrega de apoyos, e incluso denuncian que recursos federales estarían siendo presentados como ayudas municipales.
Con caminos fracturados, redes de agua colapsadas y familias aún sin vivienda, la Sierra Norte enfrenta una recuperación que se anuncia larga y complicada.