El museo rojiblanco del Estadio Akron luce distinto. Donde antes colgaba la camiseta de Omar Bravo, el máximo goleador en la historia de Chivas, ahora sólo queda un espacio vacío. La directiva decidió retirar su jersey y ocultar su imagen en los muros que narran la historia del club, luego de que el exdelantero fuera vinculado a proceso por presunto abuso sexual infantil.

La medida marca un golpe simbólico para la memoria del equipo y para una generación que celebró cada uno de sus goles. Bravo, figura indiscutible del Rebaño Sagrado durante más de una década, había sido parte del recorrido oficial del museo con un homenaje a su récord goleador, hoy cubierto y sustituido por una exhibición sobre los jugadores de Chivas que han participado en Copas del Mundo.

El club no ha emitido un comunicado formal, pero la decisión se evidenció en redes sociales, donde aficionados compartieron imágenes del espacio modificado. El retiro de su jersey coincide con la condición de Guadalajara como una de las sedes del Mundial 2026. Omar “N” había sido designado como embajador de la ciudad para el torneo, pero fue reemplazado por la golfista Lorena Ochoa tras su detención.

El nombre que antes era sinónimo de goles y orgullo rojiblanco hoy divide opiniones. Mientras la familia del exjugador sostiene su inocencia y denuncia un fraude, la institución optó por tomar distancia. En el museo de Chivas, el silencio y el espacio vacío cuentan una historia distinta: la del ídolo que se borró del recuerdo.