Uruguay se convierte en el segundo país del Sudamérica en legalizar la eutanasia; cuarto de América.

El Senado de Uruguay aprobó este miércoles la Ley de Muerte Digna, con la que el país se convierte en el primero del Cono Sur en legalizar la eutanasia activa. La iniciativa, respaldada tras más de 10 horas de debate, fue aprobada con votos del oficialista Frente Amplio y de sectores de los partidos Colorado y Nacional.
La nueva norma garantiza el derecho a “transcurrir dignamente el proceso de morir”, al despenalizar la eutanasia para personas mayores de edad, psíquicamente aptas, que padezcan enfermedades incurables o sufrimientos insoportables. El beneficio aplica tanto a ciudadanos uruguayos como a extranjeros con residencia habitual en el país.
Durante la sesión, el senador Daniel Borbonet (Frente Amplio) subrayó que el proyecto “no obliga a nadie, es un derecho a decidir”, mientras que Ope Pasquet, del Partido Colorado, lo calificó como una ley “necesaria, liberal y humanitaria”.
El proceso legislativo comenzó con la aprobación en la Cámara de Representantes el pasado 13 de agosto y fue revisado posteriormente por la Comisión de Salud Pública del Senado antes de pasar al pleno.
El Poder Ejecutivo tendrá un plazo máximo de 180 días para reglamentar la ley y, una vez promulgada, se conformará una Comisión Honoraria de Revisión presidida por el Ministerio de Salud Pública, encargada de supervisar los procedimientos y emitir un informe anual ante la Asamblea General.
Con esta decisión, Uruguay se suma a Canadá, Colombia y Ecuador, los otros países del continente que han despenalizado la eutanasia activa, mientras que México mantiene leyes de voluntad anticipada en 20 estados, que permiten rechazar tratamientos médicos en etapas terminales.