Pahuatlán, uno de los municipios más afectados por las lluvias torrenciales, cumple tres días incomunicado luego de que deslaves y desbordamientos destruyeran caminos, puentes y redes de comunicación. Habitantes reportan la falta de alimentos, agua potable y electricidad, mientras autoridades locales reconocen que la situación humanitaria es crítica.

“Ya no tenemos comida, sólo alcanza para mañana”, advirtió el presidente municipal, Eduardo Romero Romero, en un mensaje transmitido por una antena satelital, el único medio de comunicación que sigue funcionando. Explicó que los cortes eléctricos afectaron también la red de la CFE, dejando a miles de habitantes sin energía ni señal telefónica. En la cabecera municipal y en comunidades como San Pablito y Xolotla, los pobladores caminan kilómetros entre el lodo para conseguir víveres o pedir auxilio.

Desde el aire, un helicóptero logró llegar hasta la comunidad de Teteloloya, en Tlacuilotepec, para entregar víveres y evacuar a heridos. Pero el panorama general sigue siendo alarmante: caminos destruidos, un puente a punto de colapsar en San Agustín Atlihuacan y cientos de familias aisladas en la sierra. Las autoridades estatales y federales preparan nuevos operativos para las próximas horas, con la urgencia de evitar que el aislamiento de Pahuatlán se convierta en una crisis humanitaria.