Una noche para el olvido vivió la Selección Mexicana en el AT&T Stadium. El equipo dirigido por Javier Aguirre fue vapuleado 4-0 por una poderosa Colombia que no tuvo piedad y dejó en evidencia las carencias del Tricolor. Desde el silbatazo inicial, los cafetaleros dominaron el ritmo, el balón y las emociones ante un combinado mexicano sin reacción ni ideas claras.

La selección sudamericana, subcampeona de América y clasificada al Mundial 2026, impuso su jerarquía con transiciones letales y precisión quirúrgica a balón parado. En contraste, México ofreció una de sus actuaciones más pobres en la era Aguirre, sin liderazgo ni solidez en ninguna línea. Luis Ángel Malagón tuvo una noche para el olvido: recibió cuatro tantos y falló en tres de ellos, mientras que Santiago Giménez y Julián Quiñones pasaron inadvertidos en ataque.

El propio técnico asumió la culpa tras el descalabro.

“La gente se va triste, es duro perder así. Los cuatro goles fueron evitables; nos falta saber competir mejor”, reconoció Aguirre al término del encuentro. A pesar de intentar ajustar en la segunda mitad, sus movimientos llegaron tarde ante una Colombia que jugó con comodidad y autoridad.

César Montes, capitán del Tricolor, también admitió el golpe anímico. “Nadie esperaba este resultado. Mucho que trabajar”, dijo.

La derrota, que incluso pudo ser más amplia, deja a México con más dudas que certezas antes de su siguiente compromiso: enfrentar a Ecuador el martes en el estadio Akron, donde buscarán recomponer la imagen tras una goleada que quedará marcada como una de las más duras en los últimos años.