El barco Mikeno, que navega bajo bandera francesa dentro de la Flotilla Global Sumud, habría logrado superar el bloqueo naval israelí y entrar en aguas frente a Gaza. Sin embargo, poco después perdió comunicación, lo que mantiene en incertidumbre su paradero y la situación de la tripulación.

Mientras tanto, otra embarcación de la flotilla, el Marinette de bandera polaca, mantiene conexión mediante Starlink y continúa navegando con seis pasajeros a bordo.

De acuerdo con fuentes internacionales, el Mikeno se habría separado del resto de los barcos y consiguió resistir el primer intento de abordaje de la marina israelí. No obstante, se desconoce si fue finalmente interceptado en aguas palestinas o si aguarda frente a la Franja.

Algunos medios descartan que haya alcanzado la costa, ya que en esa zona las comunicaciones permanecen activas y no se ha reportado su llegada.

Las operaciones de Israel contra la flotilla se dieron en aguas internacionales, a unas 50 millas náuticas de Gaza, con la participación de 16 buques de guerra, drones y cañones de agua.

Según la marina israelí, la intervención concluyó con el traslado de decenas de activistas al puerto de Ashdod y posteriormente a la prisión de Ketziot, en el desierto del Néguev, donde enfrentarán procesos de identificación y posibles juicios por entrada ilegal.

Entre los integrantes de la delegación mexicana se encuentran Carlos Pérez, Arlin Medrano, Sol González, Laura Vélez, Ernesto Ledesma y Diego Vázquez, quienes fueron llevados “contra su voluntad” a territorio israelí tras el abordaje.

Aunque la situación de los connacionales ya fue confirmada, el misterio sobre el destino del Mikeno mantiene la tensión sobre una de las operaciones civiles más grandes organizadas en apoyo a Gaza en los últimos años.