El gobierno de México exigió a Estados Unidos una investigación “rigurosa y exhaustiva” sobre la muerte de un ciudadano mexicano bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en un centro de detención de Adelanto, California. Según informó la Secretaría de Relaciones Exteriores, el connacional —cuyo nombre no fue revelado— falleció el lunes tras presentar complicaciones médicas, pese a la atención brindada por personal del lugar.

El caso ocurre en un momento de creciente tensión por los abusos denunciados contra migrantes mexicanos en territorio estadounidense. Apenas semanas atrás, Silverio Villegas González perdió la vida en Chicago tras recibir un disparo de un agente del ICE durante una redada. Aunque las autoridades estadounidenses argumentaron que el connacional intentó embestir a los oficiales con su vehículo, el gobierno de México ha solicitado información clara sobre lo ocurrido y prepara una nota diplomática por posibles violaciones a los derechos humanos.

Organizaciones de migrantes han señalado que estas muertes no son hechos aislados, sino parte de un patrón de riesgos que enfrentan los mexicanos y otros latinoamericanos bajo políticas de detención más estrictas en la era Trump. El caso de Jaime Alanís, un trabajador agrícola que murió al caer de un invernadero mientras huía de agentes del ICE en California, es otro ejemplo de la vulnerabilidad que enfrentan quienes carecen de documentos migratorios.

Ante este panorama, el gobierno mexicano ha reforzado la asistencia consular y el acompañamiento legal a sus ciudadanos en Estados Unidos. Sin embargo, las muertes en custodia y durante operativos migratorios han encendido las alarmas sobre la urgencia de garantizar la seguridad, el debido proceso y el respeto a los derechos humanos de la comunidad mexicana, que aporta mano de obra fundamental pero sigue siendo tratada con hostilidad en diversos puntos del país vecino.