Cinco días después de que se reportara su desaparición en Acapulco, Guerrero, los cuatro hermanos Olea Ramírez fueron localizados en el municipio de Jojutla, Morelos, a casi 250 kilómetros de donde fueron vistos por última vez. Las autoridades confirmaron que los menores, de entre 8 y 13 años, ya se encuentran bajo resguardo.

Los niños habían desaparecido el pasado 17 de septiembre en la comunidad Kilómetro 30 de Acapulco, lo que activó fichas de búsqueda y movilizó a la población en redes sociales. La falta de información sobre sus padres y el desconocimiento de la comunidad respecto a su identidad habían generado mayor incertidumbre en torno al caso.

El Gabinete de Seguridad informó que la localización se logró gracias a recorridos de búsqueda, entrevistas con vecinos y labores de inteligencia coordinadas entre autoridades locales, la Fiscalía de Guerrero y la Fiscalía General de la República.

Hasta ahora no se han detallado las condiciones en que fueron encontrados ni cómo llegaron a Morelos. Lo que sí se confirmó es que quedaron a disposición del Ministerio Público especializado en desapariciones para dar seguimiento al caso de de María del Rosario, la hermana mayor, con 13 años; Grisel, de 12; Jesús, de 10; y Yoel, con 8 años.

Guerrero se mantiene como uno de los estados con mayor número de desapariciones de niñas, niños y adolescentes en el país, lo que hace que el hallazgo de los hermanos Olea Ramírez haya sido recibido con alivio, pero también con cuestionamientos sobre la falta de claridad en torno a su desaparición.