El gobierno de Puebla anunció que reforzará la vigilancia y sanciones en el transporte de gas y sustancias peligrosas, luego de la explosión de una pipa ocurrida el 10 de septiembre en Iztapalapa, que dejó múltiples víctimas.

El gobernador Alejandro Armenta Mier explicó que, aunque el estado cuenta con un marco normativo en materia de seguridad, resulta indispensable fortalecer la supervisión para reducir riesgos. Recordó que las pipas de gas representan un alto peligro por el llamado “factor sorpresa”, ya que las fugas suelen ser imperceptibles y, en caso de incendio, casi imposibles de controlar.

Entre las medidas anunciadas se encuentran la verificación estricta del mantenimiento de las unidades, la revisión de las rutas de traslado y sanciones más severas para las gaseras que incumplan con la normatividad. El mandatario subrayó que la inspección deberá realizarse sin corrupción, de modo que la seguridad de los vehículos esté plenamente garantizada.

Armenta también adelantó que su administración estudia la implementación de corredores exclusivos para pipas, en coordinación con municipios, dependencias federales y empresas privadas, siguiendo un modelo similar al que se analiza actualmente en la Ciudad de México junto con la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA).

La autoridad estatal insistió en que, además de la labor preventiva de Protección Civil, el transporte de hidrocarburos requiere controles adicionales para salvaguardar a la población frente a futuros incidentes.