El secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, visitó México este miércoles para reunirse con la presidenta Claudia Sheinbaum y reforzar la colaboración bilateral en seguridad. En Palacio Nacional, Rubio aseguró que “no hay ningún Gobierno que esté cooperando más con nosotros que el Gobierno de México” y destacó la entrega de 55 capos mexicanos a cárceles estadounidenses como ejemplo del trabajo conjunto.

Durante el encuentro se anunció la creación de un grupo de “alto nivel” encargado de supervisar acciones contra el crimen organizado transnacional, incluyendo seguridad fronteriza, control de flujos financieros ilícitos, decomisos de drogas y armas, y prevención de robo de combustible. Rubio aclaró que no se darán detalles operativos “porque los narcotraficantes también leen la prensa”.

El canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, subrayó los resultados obtenidos en los últimos ocho meses de cooperación, como la reducción del 32% en delitos de alto impacto, decomisos récord de fentanilo y la caída de más del 90% en arrestos de migrantes en la frontera. Ambos gobiernos coincidieron en que la reunión fue “productiva, cordial y con una ruta bien definida” para continuar la colaboración en los próximos meses.

El encuentro se da en un contexto de tensión diplomática previa, con desencuentros recientes sobre programas fronterizos y declaraciones de Trump sobre la supuesta vulnerabilidad del Gobierno mexicano ante los cárteles. La visita también refleja la presión de Estados Unidos para mantener a México como socio estratégico en la lucha contra el crimen y la migración, así como para frenar la influencia de China en la región.