Un nuevo informe de Naciones Unidas pone bajo la lupa las prácticas del régimen norcoreano. El Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad denunció que ciudadanos con discapacidades psicosociales e intelectuales han sido sometidos a experimentos médicos y científicos, lo que podría constituir tortura y otras formas de maltrato.

El documento sostiene que existen “informaciones creíbles” que apuntan a violaciones sistemáticas, por lo que instó a Corea del Norte a suspender de inmediato estas prácticas. Además, el comité documenta casos de aislamiento como castigo por desobediencia o “improductividad”, así como la negativa de asistencia médica a quienes presentan alguna discapacidad.

La denuncia va más allá: el informe también recoge testimonios sobre violencia física, abusos, trabajo forzado con castigos químicos por bajo rendimiento, e incluso políticas eugenésicas —de “perfeccionar” la raza— . Se mencionan infanticidios de niños con discapacidad, abortos y esterilizaciones forzadas contra mujeres, además de restricciones para casarse, adoptar o acceder a empleos en igualdad de condiciones.

Corea del Norte es parte de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, sin embargo, el comité lamenta que sus obligaciones como Estado firmante contrasten con los reportes de discriminación, violencia y trato degradante hacia este sector de la población.