Un fuerte terremoto de magnitud 6 sacudió el este de Afganistán la noche del jueves, dejando al menos 800 muertos y más de 2,000 heridos, según informó la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH). El epicentro se localizó a 27 kilómetros de la ciudad de Jalalabad, en la provincia de Kunar, a una profundidad de apenas 8 kilómetros, lo que intensificó el impacto destructivo.

Las autoridades locales reportan aldeas enteras destruidas, con cientos de viviendas colapsadas y víctimas atrapadas bajo los escombros. El sismo también se sintió en Kabul e Islamabad, a cientos de kilómetros del epicentro.

El gobierno talibán ha desplegado helicópteros y más de 100 vuelos de rescate para evacuar a los heridos, aunque las operaciones se ven dificultadas por la geografía montañosa, las recientes lluvias e inundaciones y la falta de comunicaciones. En Kunar, un hospital declaró emergencia al recibir pacientes “cada cinco minutos”, mientras otros centros en Nangarhar reportaron el ingreso de al menos 250 heridos.

La ONU, la Unión Europea, India, Pakistán y Japón han expresado condolencias y ofrecido asistencia. UNICEF confirmó que tiene equipos en campo coordinando con las autoridades.

Afganistán, situado en una zona de alta actividad sísmica, ya había sufrido un terremoto similar en 2022 que dejó más de 1,000 muertos. Las autoridades temen que esta nueva tragedia alcance cifras comparables.