El FBI confirmó que el ataque ocurrido en una escuela católica de Minneapolis fue perpetrado por Robin Westman y lo investiga como un acto de terrorismo doméstico y crimen de odio dirigido contra la comunidad católica.

El ataque dejó un saldo de dos niños muertos, de 8 y 10 años, y 17 personas más heridas, entre ellas 14 menores y tres adultos, siete de ellos con lesiones graves. El incidente ocurrió durante la mañana de este miércoles 27 de agosto en la Iglesia de la Anunciación, mientras los estudiantes de kínder a octavo grado asistían a una misa.

Según informó el Departamento de Policía de Minneapolis, el atacante disparó a través de las ventanas del recinto y, tras herir y matar a los asistentes, se dirigió al estacionamiento donde se quitó la vida con un disparo.

El FBI indicó que continuará con la investigación del caso, manteniendo informados a los familiares de las víctimas y al público sobre los avances. La agencia subrayó que, al tratarse de un crimen de odio y un acto de terrorismo doméstico, las pesquisas se realizan bajo protocolos especiales para este tipo de delitos.