El Tribunal Supremo de Brasil ordenó el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro tras determinar que violó las medidas cautelares impuestas en el marco de la investigación por su presunta participación en un intento de revertir los resultados de las elecciones de 2022.

La medida fue dictada por el juez Alexandre de Moraes, quien argumentó que Bolsonaro eludió las restricciones al continuar difundiendo mensajes políticos a través de redes sociales, aunque lo hiciera desde cuentas de terceros, incluyendo las de sus hijos y aliados. Entre las condiciones que debía acatar se encontraba la prohibición expresa de utilizar cualquier medio, directo o indirecto, para divulgar mensajes en plataformas digitales.

Además, se presentaron pruebas de que el exmandatario grabó videos con contenido político, los cuales fueron publicados en cuentas que no le pertenecen, lo que constituye una violación a la orden judicial que también le exige portar una tobillera electrónica, la cual es visible en algunas de esas grabaciones.

Este nuevo episodio judicial profundiza la situación legal de Bolsonaro, quien enfrenta múltiples investigaciones, incluyendo la presunta participación en una trama para desacreditar el proceso electoral brasileño. La orden de arresto domiciliario se enmarca en una serie de medidas cautelares destinadas a limitar su capacidad de influencia política mientras avanzan los procesos judiciales en su contra.

La decisión ha generado fuertes reacciones en el ámbito político brasileño, mientras que en el plano internacional ha repercutido en las relaciones bilaterales. Estados Unidos, en un giro inesperado, impuso nuevos aranceles a productos brasileños, lo cual ha sido interpretado por analistas como una respuesta política al caso.