La presidenta Claudia Sheinbaum y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acordaron aplazar por 90 días la entrada en vigor de nuevos aranceles que estaban programados para iniciar el 1 de agosto. La decisión fue resultado de una llamada telefónica entre ambos mandatarios, calificada como “productiva” por Sheinbaum y “muy fructífera” por Trump.

Pese a la prórroga, México continuará pagando los aranceles previamente establecidos: 25% a productos vinculados con fentanilo, 25% a automóviles y 50% a acero, aluminio y cobre. Como parte del acuerdo, el gobierno mexicano también aceptó eliminar ciertas barreras comerciales no arancelarias.

El entendimiento se concretó tras semanas de tensiones comerciales. El pasado 12 de julio, Trump advirtió que aplicaría un arancel general del 30 por ciento a todas las exportaciones mexicanas si no se observaban avances concretos en el combate al tráfico de fentanilo. Desde entonces, el gobierno mexicano intensificó sus esfuerzos diplomáticos para evitar nuevas medidas restrictivas.

Con este acuerdo, ambos países se otorgan un plazo de 90 días para continuar negociaciones con miras a un pacto comercial más amplio y estable.