Un tiroteo estremeció el 28 de julio un edificio de oficinas ubicado en 345 Park Avenue, en Midtown Manhattan, dejando un saldo de cuatro personas fallecidas. Entre las víctimas se encuentra el oficial del Departamento de Policía de Nueva York, Didarul Islam, quien perdió la vida mientras cumplía con sus funciones de agente de seguridad en el lugar.

Según reportes, el atacante ingresó armado con un rifle al vestíbulo del edificio, atacando inicialmente al policía que se encontraba resguardando las oficinas. Posteriormente, el agresor se dirigió al piso 33 del inmueble, donde continuó disparando antes de acabar con su propia vida, según confirmaron las autoridades.

El edificio alberga, entre otros, las oficinas de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), el objetivo aparente del agresor durante este ataque violento. Las investigaciones continúan para esclarecer los motivos detrás del tiroteo y analizar las circunstancias que rodearon el incidente.

Este suceso se suma a una creciente preocupación por la seguridad en espacios públicos y corporativos en Estados Unidos, generando un llamado urgente a reforzar las medidas preventivas ante episodios de violencia armada.

Las autoridades locales mantienen activa la investigación, mientras la comunidad lamenta la pérdida de vidas y hace un llamado a la justicia y a la prevención para evitar futuros incidentes de este tipo.