Habitantes del fraccionamiento Bosques del Pilar, ubicado al oriente de la ciudad, han denunciado una reducción significativa en la presión del agua potable que persiste desde hace más de un año. Esta situación los ha obligado a contratar camiones cisterna de manera regular para abastecer sus hogares.

Los vecinos señalaron que el problema comenzó en marzo del año pasado, después de más de diez años sin inconvenientes en el suministro. La baja presión impide que el agua llegue a los tinacos, lo que ha incrementado la dependencia del servicio de pipas.

De acuerdo con los residentes, la zona cuenta con un tanque elevado que abastece a más de 2,500 viviendas y es operado por la empresa concesionaria encargada del suministro hídrico en la ciudad. Sin embargo, denuncian que el flujo de agua ha sido reducido, presuntamente por instrucciones internas de la compañía, bajo el argumento de evitar un uso inadecuado del recurso.

Los habitantes creen que no existe una escasez real, sino que la empresa disminuye intencionalmente la presión para obligarlos a contratar pipas, cuyo costo se ha incrementado de 200 a más de 500 pesos por carga. Actualmente, al menos tres camiones de agua permanecen de forma constante en el fraccionamiento.

Algunos vecinos sospechan un posible acuerdo entre la empresa concesionaria y los operadores de pipas, lo que ha generado preocupación y exigen la intervención del gobierno estatal.

Pese a las solicitudes de reuniones y quejas presentadas, no han obtenido respuesta. Como alternativa, se les ha sugerido la instalación de cisternas, medida que consideran inaceptable, ya que están al corriente en sus pagos y esperan un servicio óptimo.

Ante esta situación, los residentes hicieron un llamado a las autoridades para que intervengan y garanticen un suministro justo y continuo en Bosques del Pilar.