La crisis por la suspensión de servicios de hemodiálisis en los hospitales generales del Norte y Sur de Puebla se intensificó esta semana, luego de que las autoridades no cumplieran con la reactivación prometida. Decenas de pacientes renales permanecen sin recibir el tratamiento necesario, lo que ha generado preocupación y malestar entre las familias afectadas.

Entre el 7 y 8 de julio, los afectados han tenido que buscar alternativas en clínicas privadas, donde los costos son considerablemente elevados. Esta situación ha puesto una presión financiera adicional sobre los familiares, quienes exigen una pronta solución por parte de las autoridades de salud.

La Secretaría de Salud de Puebla, hasta el momento, no ha proporcionado una fecha clara para la reanudación del servicio de hemodiálisis en estos hospitales. Aunque previamente se había asegurado que la atención continuaría tras el vencimiento del contrato con la empresa Zdenko, la realidad para los pacientes ha sido distinta.

La falta de información oficial y la incertidumbre han generado una creciente preocupación en la comunidad, especialmente entre quienes dependen de la hemodiálisis para mantener su salud. Organizaciones civiles y familiares han solicitado transparencia y urgencia en la resolución de este problema.

Mientras tanto, los pacientes siguen a la espera de una respuesta concreta por parte de las autoridades sanitarias, quienes enfrentan el reto de restablecer un servicio esencial para la vida de cientos de poblanos.