Tras más de un siglo de prohibición, el río Sena vuelve a ser accesible para el disfrute recreativo de parisinos y visitantes. A partir del 5 de julio, las autoridades de la capital francesa han reabierto tres zonas específicas del icónico río, marcando un hito histórico impulsado por el legado de los Juegos Olímpicos de 2024.

Esta trascendental reapertura es el resultado de una inversión monumental que supera los 1,600 millones de dólares. Estos fondos se destinaron a un ambicioso programa de saneamiento y a la construcción de una vasta infraestructura hidráulica, diseñada para mejorar significativamente la calidad del agua del Sena y garantizar su salubridad.

La iniciativa, enmarcada en los preparativos de los próximos Juegos Olímpicos, busca ofrecer un espacio de ocio acuático seguro y accesible para la ciudadanía. La limpieza exhaustiva del río ha permitido que ahora, tanto residentes como turistas, puedan sumergirse y disfrutar de sus aguas, cumpliendo con estrictas medidas sanitarias que aseguran la protección de la salud pública.

La visión de un Sena apto para el baño era un anhelo de larga data en París, y los Juegos Olímpicos de 2024 sirvieron como el catalizador perfecto para acelerar este proyecto. Este logro no solo representa una victoria en términos de salud ambiental, sino que también añade un atractivo turístico y recreativo invaluable a la ciudad.

La reapertura del Sena es un testimonio del compromiso de París con la sostenibilidad y el bienestar de sus habitantes, transformando un desafío ambiental en una oportunidad para reconectar a la ciudad con su río de una manera sin precedentes en más de un siglo.