El presidente de Rusia, Vladímir Putin, condenó los recientes bombardeos realizados por Estados Unidos e Israel contra Irán, calificándolos como una “agresión absolutamente no provocada”. El pronunciamiento se dio durante una reunión oficial con el canciller iraní Abbas Araghchi, celebrada en Moscú.

En su mensaje, Putin expresó su respaldo al pueblo iraní y reiteró la posición de Rusia a favor del respeto al derecho internacional y la soberanía de los Estados. Señaló que este tipo de ofensivas carecen de fundamento y representan una amenaza para la estabilidad global.

Durante el encuentro, ambos países reafirmaron su relación estratégica y coincidieron en la necesidad de rechazar cualquier acción que vulnere las normas del orden internacional. La cancillería rusa también advirtió que la escalada de tensiones debe detenerse para evitar consecuencias mayores.

Con este posicionamiento, el gobierno ruso busca fortalecer su papel como actor relevante en la diplomacia internacional y subraya su oposición a intervenciones unilaterales que, según sus declaraciones, no cuentan con aval de organismos como la ONU.