Vance Boelter, de 57 años, fue detenido la noche del domingo como principal sospechoso del asesinato de la legisladora demócrata Melissa Hortman y su esposo, Mark, en Minnesota. El arresto se produjo luego de una extensa operación policial que movilizó a decenas de agentes en los suburbios de Minneapolis, marcando uno de los despliegues de seguridad más grandes en la historia reciente del estado.

Las autoridades informaron que Boelter fue localizado en una zona boscosa cercana a su residencia en Green Isle, tras más de 40 horas de búsqueda ininterrumpida. La colaboración entre distintas agencias policiales y la ayuda de la comunidad fueron clave para dar con el paradero del sospechoso. Según reportes oficiales, Boelter no opuso resistencia al momento de su captura.

El caso ha generado conmoción tanto en Minnesota como a nivel nacional, ya que el ataque fue catalogado como un acto de violencia política premeditada. Boelter enfrenta cargos de asesinato e intento de homicidio, además de estar bajo investigación por una posible lista de objetivos que incluía a otros funcionarios y figuras públicas. Las autoridades han destacado la gravedad del incidente y han reiterado su compromiso de esclarecer los hechos y garantizar la seguridad de los representantes públicos.

De acuerdo con fuentes policiales, el sospechoso contaba con experiencia en seguridad y antecedentes en el ámbito militar, lo que ha añadido preocupación sobre la planificación y ejecución del crimen. En el vehículo de Boelter se halló un cuaderno con nombres de posibles objetivos, lo que refuerza la hipótesis de un ataque cuidadosamente planeado.

El gobernador de Minnesota, Tim Walz, y otros líderes estatales han expresado su repudio al ataque y han llamado a la unidad frente a la violencia política. La investigación continúa en curso mientras la comunidad y el país exigen justicia y mayor protección para los funcionarios electos.