La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó este lunes un llamado de atención a las bases de Morena: evitar que el partido caiga en los vicios del pasado y se convierta en una nueva versión del PRI. Durante su conferencia matutina, la mandataria fue clara al señalar que Morena debe mantenerse fiel a sus principios fundacionales de ética, humildad y separación del crimen organizado.

Cuestionada sobre los riesgos señalados en una carta reciente dirigida a la militancia, Sheinbaum advirtió sobre dos amenazas clave: el riesgo de que Morena derive en un partido de Estado y la necesidad urgente de blindarse contra cualquier vínculo con grupos criminales, incluidos los llamados “delincuentes de cuello blanco”.

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“Esos dos puntos tienen que ver con la historia de México y lo que fue el PRI. No hay nada que se parezca de Morena a aquello”, afirmó Sheinbaum. Recordó que el PRI funcionaba como un partido corporativo, donde sectores organizados ejercían un control férreo sobre las decisiones internas, a diferencia de Morena, cuya afiliación es estrictamente individual.

“La historia del país nos enseña lo que no debemos repetir. El ejercicio del poder debe ir siempre acompañado de humildad y rectitud”, subrayó.

Sheinbaum negó cualquier colusión entre su partido y el crimen organizado. “Es un elemento que debemos tomar en cuenta siempre”, dijo, al tiempo que defendió los principios éticos que guían a Morena y que prohíben conductas como el uso de recursos públicos con fines personales, los viajes de lujo o el despliegue ostentoso de seguridad.

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“Morena es humildad. La parafernalia del poder pertenece al pasado de corrupción y privilegios”, recalcó.

La advertencia presidencial se da en el contexto de la reciente aprobación de un nuevo código de ética por parte del Consejo Nacional de Morena. Este documento establece una serie de lineamientos para garantizar que los militantes y candidatos del partido se mantengan alejados de prácticas como el influyentismo, el nepotismo, la ostentación o el uso del cargo para beneficio personal.

Entre las conductas prohibidas se encuentran:

• 1. Usar recursos públicos para fines personales o de grupo.
• 2. Realizar viajes aéreos en primera clase o vuelos privados.
• 3. Utilizar vehículos blindados o seguridad privada sin causa justificada.
• 4. Financiar viajes internacionales con recursos públicos con fines turísticos o políticos.
• 5. Exhibir lujos materiales o promover el consumismo.
• 6. Actuar con prepotencia o soberbia desde el cargo público.
• 7. Organizar eventos ostentosos con dispendio de recursos.

Editora: Socorro Juárez

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