El Papa y la hipocresía de los políticos | Tremores

Tremores. Dicen los refraneros populares que conoces a los amigos en dos momentos: en el hospital y en la cárcel. Pues nosotros agregamos: en el funeral, también, y aunque no lo veamos, la sociedad sí lo nota: vestimenta, actitudes, sollozos, recuerdos, chismes y hasta la presencia en el sepelio, si hay mucha gente, era popular, mas no querido. Porque entre el público hay hipócritas. El que esto escribe, hace muchos años, acudió al entierro de un político, y al estar entre la muchedumbre, llamó la atención un par de sus correligionarios, quienes, literal, acudieron al sepelio “a confirmar si había muerto”. Pues algo parecido sucedió en el Vaticano con las exequias del Papa Francisco. Es sabido que el protocolo puede ser anquilosado, pero es estricto: el luto es de forzosa vestimenta negra para los hombres, como traje y corbata negra, u oscuro. Para las mujeres: deben ir con vestido largo negro -nunca por encima de la rodilla-, sobrio, de manga larga y cuello cerrado, y sin adornos brillantes. Las reinas, jefas de Estado, políticas de alto rango o primeras damas deben hacer uso de mantilla negra, o velo. Uno de los que rompió el protocolo, pues es conocida su hipocresía en cualquier ámbito, fue Donald Trump. Vistió un traje de azul brillante y más claro que lo establecido. Otro más fue Volodímir Zelenski, quien fue con un atuendo negro, demasiado informal para la ocasión. Sólo por mencionar algunos, porque los expertos de la moda y la alta costura ya hicieron sus análisis que no caben en este espacio. Pero el personaje que más llamó la atención fue el todavía cardenal Giuseppe Becciu, quien fue expulsado por Jorge Mario Bergoglio en 2020, porque compró un edificio lujoso con dinero del Vaticano en Londres, Inglaterra. Fue sentenciado a 5 años y medio de cárcel, y se le inhabilitó de por vida de ocupar un cargo público en 2023, ya que el Tribunal Vaticano lo halló culpable de tres delitos de malversación de fondos. El “caso Becciu” fue un obstáculo en los esfuerzos del Papa Francisco por renovar el oscuro sector de las finanzas del Vaticano. Pues ahora, exige ser parte del cónclave y volverse papable, y no sería de extraño que el ala más radical y conservadora de la Iglesia lo abandere. Sí, también en la Iglesia hay mucha política. El diablo acudió al funeral en sus diversas manifestaciones. ¿Quién lo invitó?
¿O no?