In Memoriam Mario Vargas Llosa (1936-2025) | El Deporte de Pensar



Murió uno de los narradores más avezados de América Latina y ganador de los más destacados premios en el ámbito de las letras: El Premio Nobel de Literatura (2010), el Príncipe de Asturias (1986), el Rómulo Gallegos (1967) entre muchos otros. El peruano Mario Vargas Llosa fue integrante clave del llamado “Boom Latinoamericano”, junto a otros personajes de la misma estatura literaria como Cortázar, Fuentes y García Márquez, entre otros.

Se estrenó en las letras en 1959 con “Los jefes”, un libro de cuentos muy bien recibido por la crítica. Sus tres primeras novelas: “La ciudad y los perros”, “La casa verde” y “Conversación en la catedral”, fueron recibidas con entusiasmo, allanando el camino de Vargas Llosa como un sofisticado narrador de historias.

En el terreno político, destacó su simpatía juvenil por el comunismo, mismo que sustituyó por una posterior inscripción al Partido Demócrata Cristiano en su natal Perú. El escritor dio la bienvenida a los años 70’s con obras clave en su repertorio literario, tales como: “Pantaleón y las visitadoras”, o “La tía Julia y el escribidor”.

En el terreno cinematográfico, Vargas Llosa se estrenó como director de la película “Pantaleón y las visitadoras”, cinta que codirigió con José María Gutiérrez Santos en 1975. Como dato curioso, el propio Vargas Llosa actúa en un pequeño papel en la película.

En 1973, el director mexicano Jorge Fons llevó al cine “Los cachorros”, basada en la obra homónima de Mario Vargas Llosa. También “La ciudad y los perros”, tuvo adaptaciones cinematográficas, sin dejar de mencionar “La tía Julia y el escribidor”, que llegó al cine en 1990 bajo el nombre de “Tune in Tomorrow” (Jon Amiel).

En 1994 recibió el Premio Cervantes, siendo incluido en la Real Academia Española de la Lengua. Su interés por la política lo llevó a contender por la Presidencia del Perú en 1990, pero fue vencido por el también candidato Alberto Fujimori.

El tiempo y las circunstancias situaron a Vargas Llosa en el ala opuesta de sus simpatías de juventud: se distanció del régimen castrista de Cuba, mientras que años después, el 13 de febrero del 2011, el Rey Juan Carlos de España le otorgó el título de Marqués de Vargas Llosa, creado exprofeso para él, lo que desató las críticas de sus opositores, que lo tildaron de “promotor de la monarquía”.

En su vida personal, enfrentó muchas controversias, como cuando el 12 de febrero de 1976 agredió de un puñetazo al también escritor Gabriel García Márquez, en el vestíbulo de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica de México. Ante la pregunta ¿qué motivo el ataque inesperado?, Vargas Llosa respondió que “era un diferendo de índole personal”.

El suceso del puñetazo fue publicado por el periódico Excelsior, entonces bajo el mando de Julio Scherer García, y teniendo como testigo ocular del hecho al periodista Rafael Cardona. Muchos años después, la foto de García Márquez con el ojo morado adquirió notoriedad internacional.

Años después, cuando le preguntaron a Vargas Llosa sobre el incidente, dijo que los motivos se irían a la tumba con él: “Es un pacto entre García Márquez y yo, él nunca habló de eso, yo tampoco lo haré”.

Curiosamente en 1971 (años antes del puñetazo), Vargas Llosa escribió: “García Márquez historia de un deicidio”, un ensayo de más de 600 páginas, con el que obtuvo el doctorado por la Universidad Complutense de Madrid; se trata del análisis más profundo de García Márquez y su obra que se haya escrito en ese momento.

Amado y odiado por su abierto “monarquismo”, Vargas Llosa consideró a su propia obra como un resultado de su tiempo y vida en su natal Perú, su relación tortuosa con su padre, así como su formación militar en juventud. Se apagó la vida de un ave de las tempestades… un hombre brillante que se expandió a la velocidad de la circunstancia en la que nació, creció y alcanzó la inmortalidad.

Editor: Fabián Sánchez

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