Científicos de la empresa biotecnológica Colossal Biosciences han logrado la creación de tres cachorros de Lobo Terrible utilizando técnicas avanzadas de ingeniería genética y clonación, lo que representa un avance significativo.

Los Lobos Terribles fueron una especie que existió en América, desde Canadá hasta Venezuela. Se caracterizan por ser más grandes y robustos que los Lobos Grises actuales, con mandíbulas significativamente más fuertes, se extinguieron al final de la última Edad de Hielo.

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Los cachorros, llamados Rómulo, Remo y Khaleesi, nacieron entre octubre de 2024 y enero de 2025. En lugar de recurrir a tejidos antiguos, los científicos optaron por una técnica más avanzada, editaron el ADN de Lobos Grises vivos, modificando 14 genes clave para reproducir las características del Lobo Terrible.

El proceso comenzó con la obtención de células madre de la sangre de un Lobo Gris. Estas células fueron modificadas genéticamente para imitar el genoma del Lobo Terrible, cuyo ADN se reconstruyó a partir de fósiles encontrados en Ohio e Idaho. Las células editadas se insertaron en óvulos sin núcleo, que luego se implantaron en perras de razas grandes seleccionadas para llevar a cabo la gestación.

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Después de embarazos exitosos y cesáreas programadas, nacieron los primeros Lobos Terribles modernos. Aunque fueron criados por humanos desde su nacimiento, los cachorros muestran un comportamiento más cercano al de animales salvajes que al de perros. Mantienen una distancia con los cuidadores, pues permanecen alerta y evitan contacto directo con las personas.

Este comportamiento confirma que no se trata simplemente de Lobos Grises modificados, sino de una especie con características propias. Poseen pelaje blanco, mandíbulas más anchas, piernas musculosas y una complexión más robusta.

La compañía afirmó que sus procesos son cada vez menos invasivos, y en este caso, no hubo abortos, muertes ni efectos adversos en las madres sustitutas. Asimismo, destacaron que su trabajo tiene un fuerte componente ético, mitigar el daño ambiental causado por los humanos.

Actualmente, los tres cachorros viven en una reserva ecológica secreta de 2 mil acres en Estados Unidos, donde reciben atención constante, refugios adecuados y un entorno controlado para su desarrollo.

Editora: Socorro Juárez

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