El paro de labores y clases en la BUAP por fin llegará a su fin el próximo martes.

Fueron 34 largos días en los que la máxima casa de estudios de Puebla estuvo paralizada y sus instalaciones tomadas por un grupo de estudiantes, quienes reclaman mejores condiciones académicas, seguridad, para sus servicios sociales y prácticas profesionales, soluciones a los acosos que sufren las mujeres, entre muchas otras peticiones, que ya se están atendiendo.

El pasado 25 de febrero estalló el conflicto estudiantil en las aulas de la Facultad de Medicina, epicentro del paro que se alargó hasta este domingo, cuando los estudiantes decidieron tomar el edificio ubicado en la 31 Poniente en protesta por la falta de materiales, el deterioro de sus instalaciones y la falta de plazas para realizar sus servicios sociales y prácticas profesionales.

Tras esto, más alumnos de diferentes facultades en CU, CU2 y en el Centro Histórico se sumaron a las protestas, que culminaron con el paro total y la toma de todas las instalaciones de la Universidad Autónoma de Puebla, la cual tuvo que detener al ciento por ciento sus actividades académicas, administrativas, deportivas y hasta recreativas.

Desde el minuto uno, la rectora Lilia Cedillo demostró que fue un gran acierto impulsar un perfil como el suyo para dirigir a la máxima casa de estudios poblana, pues no solo mostró capacidades de negociación y de conciliación, respeto y atendió los reclamos de sus estudiantes y estuvo desde la primera línea de acción en todo momento.

Cedillo Ramírez ni se dobló ni la doblaron.

Alfonso Esparza no tuvo más remedio que esconderse otra vez ante su fracasado y ridículo intento de derrocar a la rectora de la BUAP con el único objetivo de regresar por sus fueros y dañar a la universidad como lo hizo en el pasado reciente.

Esparza Ortiz, junto con Rodolfo Zepeda, fue uno de los muchos carroñeros que comenzaron a rondar a la Benemérita poblana.

El recordatorio de una orden de aprehensión vigente por actos de corrupción y lavado de dinero por el orden de más de 600 millones de pesos fue suficiente para que Alfonso Esparza sacara sus sucias manos de la Universidad Autónoma de Puebla.

El paro de la BUAP también fue visto por la muy repudiada Antorcha Campesina como un botín político y un perfecto objeto de chantajes en contra del gobierno de Alejandro Armenta para mantener y hasta ampliar su catálogo de negocios ilegales y hasta adueñarse de las rutas del transporte público que llevaran a miles de estudiantes a CU2 en la zona de Valsequillo.

El gobernador Armenta tampoco cedió a los chantajes de los ‘antorchos’ y protegió desde el inicio del conflicto a la rectora Cedillo y a la máxima casa de estudios de Puebla.

Las sentencias por parte del mandatario poblana hacia Antorcha se escucharon fuerte y alto.

El manotazo en el escritorio cimbró a los Córdova Morán y a los Celis.

Una vez que se logró blindar a la BUAP comenzó la operación y el tejido fino de Lilia Cedillo y su equipo compacto.

La rectora de la BUAP visitó todas las facultades en paro y escuchó los reclamos de su comunidad estudiantil.

Ni se escondió ni se achicó.

No, Cedillo Ramírez recibió en sus propias manos el pliego petitorio general e inició con las negociaciones en las 11 mesas establecidas con los paristas.

A través de un comunicado, la Benemérita poblana informó el acuerdo al que se llegó con los estudiantes para la entrega de las instalaciones que permanecían tomadas.

Esta misma semana se reanudarán las clases en la mayoría de las facultades de la BUAP.

De acuerdo con el mismo documento, las actividades académicas se reanudarán en Ciudad Universitaria, Ciudad Universitaria 2 y en las facultades de Artes y ARPA. Sin embargo, las mesas de diálogo continuarán en las facultades de Filosofía y Letras, Psicología, Lenguas y Físico Matemáticas (FCFM), por lo que aún no se confirma si estas unidades académicas retomarán pronto clases.

El conflicto en la BUAP llega a su fin.

La imagen de rectora Lilia Cedillo no solo goza de cabal salud, sino que, también se ha fortalecido frente a la comunidad universitaria.

Ni qué decir del gobernador Alejandro Armenta.

La BUAP no se toca ni se tocará.

@GerardoRuizInc

Editor: Fabián Sánchez