El simulador | Dobleces

El escándalo y la simulación son parte de las jugadas políticas del diputado morenista Cuauhtémoc Blanco. Su comparecencia “voluntaria” en la Fiscalía estatal de Morelos fue una medida paliativa para enmascarar sus excesos y reducir la crisis de credibilidad en Morena, por aferrarse al fuero.
Blanco Bravo representa, en este momento, para el partido en el poder, la degradación del ideal englobado en la frase: “es tiempo de mujeres… sin violencia”. Por ello, acudió a la Fiscalía para limpiar el desaseo de la sesión legislativa del martes 25. El exdelantero llevó al fango el feminismo de la bancada morenista.
Y es que, desde la mañanera, la presidenta Claudia Sheinbaum expresó: “Sería muy bueno, por ejemplo, que Cuauhtémoc Blanco fuera a declarar a la Fiscalía. Además, ahora hay un nuevo fiscal en Morelos. Es muy importante que siga la investigación y que él declare. Nosotros no vamos a proteger a nadie, eso tiene que quedar clarísimo, pero tiene que demostrarse que en efecto hay un delito”.
Sin embargo, Blanco Bravo aprovechó el reflector, al acudir a la Fiscalía, revolcó su caso y acusa un complot en su contra. A final de cuentas, sabía que su presencia en la Fiscalía era para mandar la señal de que no tiene temor a la justicia. Aunque todo fue parte de una estrategia de simulación.
Los parámetros constitucionales no permiten a la Fiscalía ir más allá hasta que la Cámara de Diputados no declare la procedencia. Así que no tenía sentido presentarse en la Fiscalía. Solo fue un golpe mediático.
De acuerdo con el procedimiento correcto, lo que se tiene que hacer es abrir la carpeta de investigación para ver si hay o no elementos en contra del exjugador profesional y que en la Sección Instructora se abra el periodo de pruebas y se escuche a las dos partes involucradas en el conflicto.
El hecho de que Cuau se haya presentado en la Fiscalía con la protección del fuero no significa que el proceso judicial siga su curso.
De acuerdo con el artículo 111 de la Constitución, el fuero protege a los legisladores por delitos cometidos durante su encargo. Sin embargo, si la acusación corresponde a un hecho ocurrido antes de su diputación, el proceso sí puede continuar. En todo caso, si el proceso no avanza mientras tenga fuero, la investigación puede continuar una vez que deje el cargo.
La otra medida que puede ser el “plan B” es que la Fiscalía de Morelos presente todas las carpetas de investigación, no solo de la demanda presentada por su media hermana, sino incluyendo las acusaciones que el exgobernador tiene por daños al erario público o su presunta relación con el crimen organizado.
En este momento, la Fiscalía estatal debe llevar a cabo los trámites legales que resulten procedentes para el ejercicio de la acción penal que corresponda, con la debida fundamentación y motivación, para garantizar de manera efectiva el pleno acceso a la justicia de la víctima. De lo contrario todo quedará en un uso faccioso de las instituciones para proteger a un abusivo del poder.
@imendozape