De cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales de uso habitacional, solo dos funcionan y lo hacen parcialmente, reveló el profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP, Francisco Javier Sánchez Ruiz.

La falta de plantas de tratamiento de aguas residuales en desarrollos inmobiliarios ha generado una grave contaminación en barrancas y cuerpos de agua en la Ciudad de Puebla. Este problema es evidente en los fraccionamientos Galaxia La Calera y Bosques de Chapultepec, donde las aguas negras llegan a los ríos Alseseca y Valsequillo, afectando la calidad del agua y la salud de los habitantes.

Sigue el canal de MGM Noticias en WhatsApp ¡Haz clic aquí!

Ante este escenario, Sánchez Ruiz detalló que hay dos tipos de aguas que se descargan en los drenajes, las grises, de tipo habitacional y las industriales que requieren de tratamientos más especializados.

Explico que las aguas grises, provienen de casas y conjuntos habitacionales, en su mayoría del consumo humano “que pueden traer jabón, algunos patógenos, desechos humanos y deben tener un tratamiento específico y esas aguas les da tratamiento el municipio; ellos hacen la recolección por el sistema de alcantarillado y los lleva a los sistemas de tratamiento”.

Sin embargo, aseveró que en la Ciudad de Puebla hay pocas plantas de tratamiento de aguas.

“Todos los estados incumplen con la normatividad, se van contra la industria porque es la que más contamina, pero no visualizan que los conjuntos habitacionales son foco de consumo de agua que no se le da el tratamiento adecuado”.

Reveló que, para los conjuntos habitacionales, solo hay cuatro plantas de tratamiento de aguas residuales, las cuales lo hacen solo en el 75 por ciento aproximado de su capacidad.

Añadió que, “de acuerdo con el último análisis”, solo dos plantas funcionan de manera parcial y las otras dos son “elefantes negros” que solo almacenan agua para luego poderse llevar a las otras plantas tratadoras.

“Hay que considerar que solo pueden tratar aguas grises, de domicilios y no industriales; hay pocas, hacen falta más y rehabilitar las que ya están trabajando, darles mantenimiento, modificar los procesos, que son combinados procesos fisicoquímicos con biológicos para poder eliminar los patógenos”.

En cuanto a las cuatro plantas tratadoras, reveló que las dos que funcionan son la ubicada Juan de Palafox y Mendoza 1809 y la planta Biocrea.

Las otras dos que no funcionan, detalló que están en Avenida Camino Real de Manzanilla, y la ubicada en Triunfo Maderista.

Las descargas de aguas grises llegan al río Alseseca y la presa de Valsequillo. Foto: Alejandro Cortés

Falta inversión en saneamiento

Por su parte, el académico investigador del Instituto de Investigaciones en Medio Ambiente Xabier Gorostiaga de la Ibero Puebla, Jerónimo Chavarría Hernández, señaló que el problema principal es la falta de inversión, “porque no todas las plantas funcionan igual, tienen capacidades diferentes”, al tiempo de que no se les da mantenimiento.

Destacó que las plantas tienen distintas capacidades sobre la cantidad d agua que puede procesar, así como la calidad y tipo de tratamiento.

“Hay falta de inversión, aunque no es barato porque hay que instalar la infraestructura, mantenerse y operarla; muchas veces ponen tantas que no limpian lo que deben y se quedan como elefantes blancos, porque no funcionan de manera dedicada, esto sobre todo cuando no tienen un mantenimiento continuo, lo cual trae como resultado que el agua tratada no sea apta para consumo humano ni para regresar al drenaje”.

¿Qué se debe hacer?

Al cuestionarle que es lo más urgente para combatir este rezago en infraestructura de tratamiento de aguas grises, el académico señaló que se debe establecer cuáles son los lugares y zonas habitacionales donde la red de alcantarillado no está completa para solicitar a las empresas de desarrollo que se hagan los estudios de impacto ambiental.

“Que se solicite a las empresas de desarrollo habitacional, que se haga el estudio de impacto ambiental y se tenga establecido el tratamiento de agua residual y la instalación de plantas para éstas zonas, para que si hace la descarga a un bien nacional como un río o al drenaje, sea agua tratada y no agua gris”.

Además, advirtió que gran parte de aguas grises sin tratar adecuadamente,  son vertidas a los ríos e inyectadas a los mantos friaticos, con lo cual se va abonando a una futura crisis ambiental y sanitaria.

“Esto propicia que no se tenga una reinyeccion del agua tratada a los mantos friaticos, porque al final de cuentas de que este tipo de agua no se puede reintegrar al suministro docimciliario para volverse a consumir porque tendría que porcesarse, además del tratamiento normal, tiene que entrar a un proceso de potabilización del agua y para eso habría otras normatividades”.

Te puede interesar: Puebla enfrenta rezago en plantas de tratamiento de aguas residuales: INEGI

Por su parte, Jerónimo Chavarría Hernández, de la Ibero Puebla, aseveró que siempre hay que estar mejorando y actualizando la infraestructura, pero también debe se así con los reglamentos, “ya que si solo se estipula que se debe construir una planta por cada complejo habitacional, se hace, pero solo por cumplir y no de manera adecuada y permanente; solo se hace por cumplir, para ahorrar dinero, por ello, es necesario que haya más vigilancia al cumplimiento de los reglamentos”.

Finalmente señaló que de los problemas es la falta de personal especializado para garantizar el cumplimiento de las normativas, por lo que se debe impulsar la capacitación.