Cómo hablarnos bonito: Un camino hacia el bienestar | Pienso, luego existo

En un mundo que constantemente nos exige más, es fácil caer en la trampa de la autocrítica. Sin embargo, aprender a hablarnos bonito a nosotros mismos es uno de los actos más poderosos que podemos hacer por nuestra salud mental y emocional.
La forma en que nos tratamos influye directamente en cómo nos sentimos y actuamos, como dicen muchos psicólogos, la autocompasión es clave para el bienestar. Aquí algunos consejos para comenzar a ser menos severos con nosotros mismos, nuestras decisiones y tropiezos.
1. Practicar la autocompasión
La psicóloga Kristin Neff, pionera en el estudio científico de la autocompasión, asegura que ser amables con nosotros mismos es tan importante como serlo con los demás. En lugar de ser duros cuando cometemos errores, deberíamos ofrecernos el mismo apoyo y comprensión que le brindaríamos a un amigo. Si fallamos, recordemos que no somos perfectos, y eso está bien.
La autocompasión ayuda a sortear las consecuencias de una dura autocrítica, como la depresión, la ansiedad y el estrés.
2. Utilizar afirmaciones positivas
El poder de las palabras es impresionante. Según estudios psicológicos, las afirmaciones positivas pueden cambiar nuestra forma de pensar y, por ende, nuestro estado de ánimo. Considere practicar el uso de frases como “Estoy haciendo lo mejor que puedo”, “Soy valioso/a tal como soy” o “Merezco ser feliz”. Con el tiempo, ayudarán a fortalecer nuestra autoestima.
3. Hablarnos con amabilidad, no con exigencia
A menudo, tratamos de motivarnos a través de frases severas o comparándonos con otros, pero esto solo aumenta la presión y el estrés. Los expertos sugieren que es más efectivo ser gentiles y pacientes con nosotros mismos. Por ejemplo, en vez de decir “Deberías haberlo hecho mejor”, Inténtelo con “Lo hice lo mejor que pude, y puedo seguir aprendiendo”.
4. Celebrar nuestros logros, por pequeños que sean
Reconocer los logros, aunque sean mínimos, puede tener un impacto significativo en cómo nos perciben. Sonja Lyubomirsky, experta en psicología positiva, afirma que la gratitud y la celebración de los pequeños éxitos aumentan nuestro sentido de bienestar y felicidad. Es importante tomarse un momento para agradecernos por los logros diarios, incluso si parecen insignificantes.
5. Practicar la gratitud propia
A veces olvidamos que merecemos la misma gratitud que extendemos a los demás. La gratitud hacia uno mismo puede ser un paso fundamental para reforzar la autoaceptación. Agradecernos por cuidarnos, por tomar decisiones que promueven nuestro bienestar y por ser constantes, nos ayudará a fortalecer la relación con nosotros mismos.
En conclusión, hablarnos bonito no es solo un acto de amabilidad, sino una práctica que puede transformar nuestra relación con la persona más importante de nuestro mundo, nosotros mismos. Recordemos que, al igual que cualquier otra relación, la relación con nosotros mismos requiere cuidado, paciencia y, sobre todo, amor.