Puebla caótica | Historias de un joven reportero

Puebla vivó un fin de semana de terror, anarquía y caos, que demuestran que el ánimo social en la entidad no pasa por su mejor momento.
Tres hechos sirvieron como termómetro para demostrar esta hipótesis: la huelga casi conjurada de un buen número de alumnos de diferentes facultades de la BUAP, el sangriento ataque y lamentable ejecución de dos policías municipales en Bosques de San Sebastián por parte del CJNG y su Operativo Barredora, y el bloqueo de la Caseta a Atlixco, tomada por pobladores de Santa Isabel Cholula.
Todo esto tiene como factor común un creciente hartazgo social por los múltiples problemas sistemáticos en el país –de los que Puebla no escapa–, como son la inseguridad y la presencia del narcotráfico, las carencias y precariedades en la educación pública, que cada vez cuenta con menos recursos económicos, y el encono que los ciudadanos tienen hacia sus gobiernos municipales.
La entidad poblana ha entrado en un peligroso laberinto que sus autoridades pronto deberán descifrar ante el creciente encono que sus electores muestran de formas cada vez más radicales, como son el secuestro de carreteras, huelgas estudiantiles y paros de las policías municipales como sucedió en la capital.
Policías municipales, cansados, sin seguros de vida y a la deriva
El hecho que mayor notoriedad cobró durante este fin de semana negro fue la ejecución, en la colonia Del Valle, de los policías municipales Jesús Popoca y Alejandro Osorio, a manos del sanguinario Operativo Barredora, del Cártel Jalisco Nueva Generación, cuyos sicarios tenían como objetivo a Alberto Vázquez Osorio, director de Grupos Especiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, de Puebla.
Las imágenes con una tienda Oxxo incendiada, calles con automóviles en llamas y otras más con ponchallantas nos hicieron recordar a otros estados controlados por el narco, como Sonora, Jalisco o Michoacán.
La tardía respuesta por parte de las autoridades municipales de la Angelópolis y la poca empatía mostrada por Fernando Rosales, quien no dio la cara durante las primeras 24 horas del violento ataque, fue la última gota que derramó el vaso entre los efectivos de la SSC, quienes ya están cansados de su actual titular.
La primera cabeza que rodó fue la de Gustavo Alonso González, mejor conocido como “Sauce”, sobre quien habría múltiples señalamientos de ser el origen de todos los males al interior de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, por sus supuestos actos de corrupción y por estar coludido con el Crimen Organizado.
No solo eso, los efectivos municipales se fueron a huelga por las pésimas condiciones laborales en las que tienen que cumplir con su deber a diario y luchar ahora contra las células de los cárteles en la capital, quienes están cada vez mejor armadas –y hasta más– que la propia corporación capitalina.
La talentosa periodista Leslie Mora publica este día un extraordinario reportaje en El Incorrecto que demuestra que los policías salen todos los días a defender a los poblanos en total indefensión, pues no cuentan con seguros de vida desde octubre del año pasado, como así lo exhibe el documento que acompaña la entrega publicada a ocho columnas en este portal de noticias, pues la actual administración municipal no ha podido darles esta importantísima prestación.
A esta demanda se suman las hechas en el pasado por parte de los uniformados quienes acusan el constante asedio por parte de sus jefes de sector, la falta de equipamiento y condiciones humanas para trabajar.
Insisto, la falta de capacidad de Fernando Rosales casi provoca que la huelga de los policías de la SCC, quienes exigen su renuncia, causase un daño irreparable para la Angelópolis, por lo que el alcalde Pepe Chedraui tuvo que intervenir y lograr los acuerdos necesarios para que los efectivos regresaran a sus labores.
El caos estuvo a nada de apoderarse de la capital.
Anarquía en Santa Isabel Cholula y la toma de la caseta a Atlixco
Hartos por la inseguridad que se vive en su municipio y por la desidia de sus autoridades, un grupo de pobladores de Santa Isabel Cholula colapsaron la ciudad de Puebla al tomar por casi 24 horas la caseta a Atlixco desde la noche del sábado hasta la tarde del domingo.
Sobra decir la importancia de recaudación y de conexión que tiene esta caseta para Puebla, Morelos y Guerrero.
Los inconformes bloquearon la caseta por la desaparición de dos menores de edad que hoy sabe abandonaron su hogar de manera voluntaria.
La muy delicada y peligrosa anarquía se apoderó por unas horas de la ciudad de Puebla, pero la muy correcta y oportuna actuación de la FGE, de Idamis Pastor; y del gobierno de Alejandro Armenta y de su secretario de Gobernación, Samuel Aguilar Pala, salieron a flote y lograron la liberación de la autopista que lleva a Atlixco, la Mixteca y que conecta con los estados de Morelos y Guerrero.
La indolencia de las autoridades municipales, como sucedió en la capital, provocó la acción de los pobladores de Santa Isabel Cholula y la anarquía estuvo a nada de que el colapso fuera aún peor.
La rectora Lilia Cedillo conjura huelga en Medicina de la BUAP
Mas allá de las filias y las fobias, la rectora Lilia Cedillo demostró que no solo le regresó a la BUAP su esencia universitaria, también que cuenta con el carácter y talantes suficientes para resolver crisis sembradas por ajenos externos que buscan regresar a la máxima casa de estudios para continuar con sus actos de corrupción y daño a la institución.
Y es que, Cedillo Ramírez, desde la primera línea de acción, logró conjurar la huelga en la Facultad de Medicina, que se convirtió en el epicentro del paro estudiantil en casi toda la Universidad Autónoma de Puebla.
La rectora de la BUAP no se dobló frente ni ante nadie y confirmó que los nuevos tiempos llegaron a la Benemérita poblana para quedarse.
Tras resolverse y comprometerse a solucionar las demandas de los alumnos de Medicina vendrán también los acuerdos con el resto de las facultades.
La máxima casa de estudios de Puebla regresará a la normalidad este lunes y la figura de la rectora Lilia Cedillo se fortaleció en medio de las adversidades.
Nada mal para la rectora que le regresó lo Benemérita a la BUAP.