Lluvia Yareni fue asesinada por violencia intrafamiliar y enterrada en su casa
Lluvia Yareni tenía ocho años cuando su vida fue arrebatada a causa de la violencia intrafamiliar. Su cuerpo fue sepultado dentro de la vivienda que compartía con su madre, su padrastro y sus dos hermanos menores. La verdad solo salió a la luz cuando sus hermanos, bajo resguardo del DIF, revelaron lo que habían vivido.
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El pasado 14 de febrero, un operativo de seguridad irrumpió en la vivienda ubicada entre la carretera federal México-Tuxpan y la Parroquia de Huauchinango, en el barrio de San Juan.
Elementos de la Policía Estatal, la Secretaría de Marina Armada de México y la Policía Municipal, acompañados de perros entrenados en la localización de restos humanos, ingresaron al domicilio.
Con datos precisos, los uniformados entraron con órdenes judiciales para confirmar los hechos y detener a la madre de lluvia: Angélica N., de 34 años; y a su padrastro, Abraham N., de 48 años.
La intervención del Sistema DIF Municipal de Huauchinango inició el 22 de noviembre de 2024, cuando los hermanos de Lluvia fueron rescatados tras haber sufrido violencia intrafamiliar. Durante su resguardo en el DIF, los menores contaron lo sucedido: Lluvia había sido asesinada por maltrato.
Las autoridades comenzaron una investigación que incluyó entrevistas con vecinos y familiares. Fue así como descubrieron que la menor había sido sepultada dentro de la casa familiar a finales de noviembre de 2023 y que, para ocultar el crimen, sus agresores cubrieron el área con una capa de cemento.
El silencio que permitió la impunidad
De acuerdo con las fuentes locales, aunque los vecinos se percataron de la ausencia de la pequeña, su madre únicamente aseguraba que había fallecido a causa de una enfermedad y que la había sepultado en el panteón municipal de la junta auxiliar de Cuautlita, del mismo municipio.
Cuando los vecinos se enteraron de que los dos hermanos de Lluvia estaban bajo resguardo del DIF, las sospechas crecieron. Para esto, ya había transcurrido un año.
Fue hasta que las autoridades ministeriales tomaron el caso y recopilaron testimonios que se confirmó lo impensable: Lluvia Yareni había sido asesinada y enterrada dentro de su propia casa.
