Facundo Rosas: el oscuro huachicolero | Historias de un joven reportero
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Recordar la imagen del pequeño José Luis Tehuatlie bañado en sangre de pies a cabeza, casi inerte, tras recibir el impacto de una lata de gas lacrimógeno que le destrozó su pequeño cráneo debería ser suficiente para que Facundo Rosas, quien carece de toda dignidad y de una amnesia selectiva digna de un estudio psiquiátrico, no opine ni ponga pie en Puebla.
Como secretario de Seguridad del infame sexenio de Rafael Moreno Valle, Rosas Rosas, uno de los alumnos más avanzados de Genaro García Luna, ordenó la masacre en contra de la comunidad de San Bernardino Chalchihuapan que llenó de sangre las manos del fallecido mandatario y del exfuncionario público, y que dejó como saldo la muerte del menor de 12 años y decenas de personas heridas de gravedad y mutiladas por la barbarie con la que actuaron los efectivos del que hoy se erige como paladín de la seguridad y guía de las estrategias en la materia.
Con muy poca vergüenza, Facundo Rosas, quien de manera misteriosa recibe pleitesías, espacios y hasta loas por ciertos medios de comunicación y periodistas que fueron férreos críticos del morenovallismo y ahora hasta le lavan la cara, intentó dar clases en planeación de estrategias de seguridad y la correcta aplicación de recursos materiales y humanos para combatir y reducir los índices de inseguridad en Puebla.
Sin embargo, lo que el expreso por el delito de homicidio culposo olvida es que él, junto con Moreno Valle, fue responsable de abrirle las puertas de Puebla a los grandes cárteles del crimen organizado para operar la ordeña de los ductos de Pemex y comenzar con el famoso “huachicoleo”, el cual se disparó de manera exponencial una vez que Rosas se alió con los narcotraficantes, práctica que aprendió muy bien de su mentor García Luna.
Aunque Facundo Rosas intente deslindarse de ser el padre del “huachicoleo” en Puebla con cifras convenencieras y tendenciosas, la realidad terminó por explotarle en la cara.
Y es que, como secretario de Seguridad Pública en el estado, el robo con violencia aumentó 253 por ciento en comparación con la primera mitad del gobierno del predecesor de Moreno Valle, y el secuestro repuntó 515 por ciento. Delitos catalogados como de alto impacto social.
No solo eso, las tomas clandestinas, que antes de Moreno Valle no eran un problema, aumentaron en un 91.8 por ciento cuando Facundo Rosas estuvo al frente de la SSP.
En 2011, el primer año de Gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, que tuvo al frente de la SSP a Ardelio Vargas Fosado, se registraron 73 tomas clandestinas y el año siguiente 110 perforaciones. En abril de 2013, Facundo Rosas Rosas quedó al frente de la dependencia y se dispararon a 211, al año siguiente fueron 335 y en 2015 un total de 785, de acuerdo con un reportaje publicado por Periódico Central.
“Igual que Rafael Moreno Valle, las huellas de Facundo Rosas en cuanto a la incidencia delictiva están cubiertas, pues se sabe que durante su administración como gobernador del estado fueron desmanteladas las agencias del Ministerio Público para inhibir las denuncias, por lo que, durante su periodo, sólo se observan bajas en los índices de criminalidad”, menciona la nota publicada también por el portal de noticas, SinEmbargo.
El 15 de julio de 2015, el efectivo Marco Antonio Estrada y Tomás Méndez Lozano, jefe del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) y cercanísimo a Rosas Rosas, fueron detenidos por elementos de la Marina por proteger a miembros de una banda que extraía combustible, la cual presuntamente les pagaba con 25 mil pesos y mil litros de gasolina a la semana.
También, en febrero de 2017 fueron aprehendidos los policías municipales Víctor Artero Figueroa y Javier Leyva Meneses, quienes fueron sorprendidos protegiendo a un grupo de ladrones de hidrocarburo por órdenes de Alejandro Santizo, otrora secretario municipal de Seguridad Pública en Puebla y el discípulo más avezado de Facundo Rosas
Los policías municipales custodiaban a un grupo de huachicoleros en las inmediaciones del parque industrial Chachapa, donde la Policía Estatal –ya a cargo de Jesús Morales–, luego de un enfrentamiento armado, aseguró a los uniformados y dos camionetas con 4 mil 800 litros de gasolina.
No se equivoca el gobernador Alejandro Armenta en tildar a Facundo Rosas como un “delincuente que protegía a los huachicoleros”, pues eso es lo que es el exmorenovallista.
Si en Puebla hay un culpable de abrirle las puertas a los cárteles del narco, como ya lo he mencionado en este mismo espacio, ese es Facundo Rosas.
Facundo es un oscuro protector de narcotraficantes.
Esos son datos duros y no sus cuentas de la lechera.
Facundo Rosas fue, es y será delincuente.
@GerardoRuizInc