El Gobierno de Estados Unidos, bajo la influencia de la administración de Donald Trump, puso en marcha este sábado 1 de febrero la imposición de nuevos aranceles a México, marcando el retorno a una política comercial proteccionista que había generado tensiones económicas durante su primer mandato.

Aunque inicialmente se había informado que las medidas arancelarías comenzarían a ser implementadas a partir del marzo de este año, la Casa Blanca explicó que las medidas serán aplicadas a partir de este mismo sábado, como una sanción por el cruce de ilegales.

“Impondremos aranceles a Canadá y México por varias razones. La primera es la cantidad masiva de personas que han ingresado ilegalmente a nuestro país. La segunda, las drogas como el fentanilo que inundan nuestras comunidades. Y la tercera, los enormes subsidios que les damos en forma de déficit comercial”, declaró el republicado desde la Casa Blanca.

Esta medida fue justificada por la administración de Trump como parte de su estrategia para proteger la industria y el empleo estadounidense, a pesar de las preocupaciones expresadas por economistas y empresarios sobre el impacto que podría tener en la relación bilateral y el comercio regional.

Te puede interesar: Recuperan 28 cuerpos tras accidente aéreo en Washington

Impacto en la Economía y los Consumidores

Expertos consultados señalaron que la medida podría encarecer productos básicos en Estados Unidos, además de desincentivar el comercio y la cooperación bilateral en sectores estratégicos.

Durante su primer mandato, Trump implementó una política arancelaria agresiva que incluyó tarifas a socios comerciales clave como China, México y la Unión Europea. Estas políticas generaron tensiones diplomáticas y tuvieron un impacto en los mercados financieros.

El retorno de esta medida genera incertidumbre en medio de un escenario económico global aún afectado por las secuelas de la pandemia y la guerra en Ucrania.