Son los menos | Tremores
Tremores. A pesar de los múltiples llamados a la unidad, hechos por la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, hay quienes aún piensan que una invasión gringa a México resolvería no sólo problemas como la inseguridad, sino que cambiaría el modelo político e instaurarían un gobierno títere manejado desde Washington, alineado, of course, a la derecha más recalcitrante. Pero esto no es un tema de opositores que quieren que caiga el actual modelo de la 4T, sino que ya se vio en el pasado. Aunque no es santo de nuestra devoción, el historiador Juan Miguel Zunzunegui tiene razón cuando, en un video en Facebook del 13 de septiembre de 2024, recuerda que, durante la invasión de Estados Unidos al país, por la anexión de Texas a la Unión, había un grupúsculo de mexicanos y mexicanas que decidieron ponerse del lado del conquistador, mientras la bandera gringa ondeaba en Palacio Nacional, hasta que se firmó el tratado Guadalupe Hidalgo, con el que se perdió el territorio del norte. Y hace una reflexión interesante. En 1847, “¿cómo perdimos una guerra teniendo 5 veces más soldados que ellos?”. Simple: estábamos muy ocupados rompiéndonos la madre (con perdón de nuestros queridos lectores, lectoras), y ni siquiera una invasión extranjera nos logró unir. 200 años después, seguimos igual. Si no se conoce la historia, estamos condenados a repetirla.
¿O no?
Exhibida internacional
No solamente tiene fama de perder títulos en el último minuto, o tener dueños con turbios negocios que están en la cárcel, sino que le vieron la cara de una forma tan patética que fueron exhibidos internacionalmente. Cruz Azul, como le sucedió a las Chivas Rayadas del Guadalajara, un técnico argentino lo “chamaqueó”. Fernando Gago fue un gandalla por haber dejado al Rebaño Sagrado como lo dejó. Pero a la Máquina Celeste se la aplicaron con mayor vileza, pues supuestamente había una operación transparente. Pero no. Martín Anselmi, este lunes, fue presentado como técnico del Club de Fútbol Porto, de Portugal, cuando todavía no se ha pagado la cláusula de recisión. Por lo pronto, tiene contrato en dos lugares, en dos países diferentes y tanto Anselmi como Cruz Azul defienden su verdad, mientras los tribunales civiles dirimen quién tiene la razón, hasta que llegue el caso a la FIFA. Lo que es un hecho: un equipo del fútbol mexicano es exhibido, pues al cierre de esta edición no había caído un dólar a la cuenta cementera por la finalización del contrato. Como cuestionó Ricardo “Tuca” Ferretti, en un programa de la cadena ESPN: “¿acaso ya no existe la palabra de hombre?”, o ¿de honor? Noup, es cada vez más difícil encontrar lealtad y respeto entre dos partes, por eso hay contratos y abogados, ya no hay palabra, y menos en el fútbol, donde hay millones en juego. Sigan contratando técnicos extranjeros, vilipendiando a los nacionales.
¿O no?