A diferencia de su primer mandato, en esta segunda administración de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, cuenta con mayoría en la Corte Suprema y en el Congreso, lo que ha generado inquietud sobre la ausencia de contrapesos, según se expresó en un panel organizado por la UDLAP.

Lo anterior, tras el juramento de Trump como presidente el pasado lunes, por lo que la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP) organizó mesas de análisis con académicos y expertos invitados, quienes discutieron los retos e implicaciones del regreso de Trump a la Casa Blanca. Los temas abordados fueron la migración, la imposición de aranceles a México, las amenazas de deportaciones masivas y otras medidas que han puesto a Estados Unidos bajo la lupa geopolítica.

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Sergio Manuel Alcocer Martínez de Castro, exfuncionario de alto nivel de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y la Secretaría de Relaciones Exteriores, comentó que el discurso inicial de Trump refleja coherencia con las ideas promovidas durante su campaña, “describiéndolo como un mensaje egocentrista que prioriza la economía y la seguridad de los Estados Unidos”.

Por su parte, Samuel Abraham Stone Canales, profesor de Ciencias Políticas de la UDLAP, coincidió con esta interpretación y alertó que “Trump es conocido por hacer lo que quiere”.

Ejemplificó esto con la política de su anterior gobierno “donde intentó prohibir la entrada de personas musulmanas, una medida que fue revocada por los tribunales estadounidenses”, en parte por la falta de apoyo en la Corte y le Congreso.

Sin embargo, señaló que ante el control de las cámaras legislativas y la Suprema Corte en manos del trumpismo, “surge una preocupación sobre la falta de contrapesos, lo que genera incertidumbre respecto a las consecuencias de las futuras decisiones del presidente”.

Otro tema controvertido en el discurso de Trump fue la firma de una orden ejecutiva que reconoce a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. En relación a esto, Stone Canales expresó su preocupación, señalando que este reconocimiento, bajo la legislación estadounidense, autoriza posibles acciones militares contra México, algo que está prohibido por el Derecho Internacional.

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Subrayó que “Trump no es una persona diplomática, lo que dificulta que respete dichas normativas, además que esto genera un gran reto para México en posibles negociaciones’.

Por su parte, Alcocer Martínez enfatizó que es importante prestar atención a los detalles de estas órdenes ejecutivas.

“Pues, aunque aún no conocemos con profundidad el contenido de estas órdenes, éstas cuentan con un carácter de “First America”, lo cual prioriza los intereses de Estados Unidos”.

Agregó que esta postura “ha generado un descontento por parte de los líderes mundiales ante la llegada de Trump”.

Editora: Socorro Juárez

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