Contrastes en relación con la mirada infantil: Génesis y Miztli | Sueños extraviados
El pasado 23 de octubre, tuve oportunidad de compartir un taller con niñas y niños que asistieron a la Feria de Lecturas y Experiencias (FLEX), organizada por el Consejo Puebla de Lectura y el Cuerpo académico 249 de la Facultad de Arquitectura de la BUAP.
El evento, que consistió en una serie de actividades realizadas en la calle en la que se sitúa la biblioteca ALMA, en el barrio de Analco, permitió la participación y la convivencia de las familias. Hubo talleres para decorar calaveritas de chocolate, cartonería, robótica, cuentacuentos, pintura y muchas otras actividades interesantes y entretenidas.
Algo que llamó mi atención, particularmente, fue una exposición de fotografías realizadas por niñas y niños del barrio, quienes retrataron imágenes cotidianas, con asesoría de jóvenes voluntarios del Consejo Puebla de Lectura.
Ver la exposición me resultó conmovedor y divertido, sobre todo por las notas explicativas que acompañaban cada imagen. En este conjunto de fotografías, los gatos fueron protagonistas. Un gato blanco fue retratado dos veces, un gato pequeñito y negro también salió a cuadro. “Los gatos son del barrio y de los niños” pensé. Hablé un poco con la joven responsable del taller de foto, quien estaba atareada con el montaje de la exposición, y le pedí su contacto, porque recordé que unos jóvenes egresados de la Escuela de Artes Plásticas y Audiovisuales de la BUAP acababan de abrir su galería de arte y tenían abierta una convocatoria para montar una exposición dedicada a los felinos.
Miztli: la vida imita a los gatos, es una exposición que será inaugurada este 25 de enero a las 4:00 de la tarde en Mímesis Galería y Estudio. La convocatoria para integrar la exposición se publicó en redes sociales y estuvo dirigida a “artistas plásticxs, digitales y fotógrafxs”. Esta apertura dio para recibir las fotografías de niñas y niños que, si lo pensamos bien, generalmente no son incluidas ni incluidos en este tipo de procesos, salvo que se trate de convocatorias y espacios exclusivos para niñas, niños y adolescentes.
La participación infantil es una cuestión que inquieta a muchas personas que investigan y promueven los derechos de niñas, niños y adolescentes porque, en una sociedad como la nuestra, que funciona a partir múltiples sesgos y procesos de discriminación y exclusión, pensar que niñas, niños y adolescentes puedan tener voz y voto para influir en lo que sucede en familias, escuelas y comunidades, resulta difícil. Muchas personas afirman que es algo así como un disparate.
Muchos ejercicios de participación infantil resultan artificiales o superficiales, pues las personas adultas gravitan alrededor, más o menos conscientes de su influencia en procesos que, supuestamente, recogerán las impresiones, necesidades o propuestas de niñas y niños.
Personalmente, la convocatoria y la exposición Miztli: la vida imita a los gatos, me parecen ejercicios de integración y participación interesantes. Hace falta saber cuál ha sido la experiencia de las y los niños cuyos trabajos estarán en la galería y qué tanto se implicaron en el proceso, pero yo sí sueño con una sociedad (acaso una Puebla) en la que las y los adultos puedan estar en múltiples espacios escuchando respetuosamente lo que niñas, niños y adolescentes tienen para decir, y viceversa, por supuesto. Más allá de los parlamentos, consejos y consultas infantiles que terminan por no tener resonancia, considero importante llamar la atención sobre espacios como la FLEX o Mímesis, ya que suelen pasar desapercibidos. Organizaciones y proyectos como el Consejo Puebla de Lectura, Cine en sus Miradas (vinculado a Mímesis) o Yonixim, contribuyen cotidianamente al fomento de la participación de niñas, niños y adolescentes.
La participación y el reconocimiento de niñas, niños y adolescentes como sujetos de derecho podría parecer poco importante. Sin embargo, mientras esto escribo, en la prensa y las redes sociales se ventila el desgarrador caso de Génesis, la pequeña de diez años desaparecida y hallada sin vida el 16 de enero en el municipio de Cuautlancingo.
¿Es necesario o no replantear la posición de extrema vulnerabilidad que ocupan niñas, niños y adolescentes en la actualidad? ¿es necesario o no reeducar a las personas adultas para que respeten la integridad de niñas, niños y adolescentes? ¿es necesario o no que se abran espacios para que la niñez proyecte sus puntos de vista y estos sean reflexionados por la comunidad? ¿el hecho de que niñas, niños y adolescentes tengan una voz que resuene en la comunidad, es o no un factor de protección? Pienso en Génesis y pienso que debimos conformar una sociedad más segura para ella. Pienso que deben interesarnos las fotografías tomadas por niñas y niños y que -desde la casa hasta el gobierno- deberíamos escucharles con atención.