Crisis de Maple | Tremores
Tremores. El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, vive horas decisivas. Lejano se ve el mes de octubre de 2025 cuando se lleven a cabo los comicios para elegir a su sucesor. En cambio, cada vez son más las voces y expresiones que demandan la renuncia del jefe de Estado. Está pagando el precio del sometimiento al nuevo emperador de Norteamérica, Donald Trump. Su tibieza, cobardía, lloriqueos y entreguismo lo tienen pendiendo de un hilo en el gobierno del país de la Hoja de Maple. La amenaza de subir aranceles funcionó hacia arriba del mapa, caso contrario al sur. Y el magnate, que gusta de aplastar a los débiles, lo usó de payaso de las cachetadas: un día sí y al otro también se burla de él y del país que representa, con sendos mensajes como “el estado 52”, “el gobernador de Canadá”, y eso cala en sus gobernados, a pesar de que la mayoría quisiera unirse a Estados Unidos. Hay quienes no están de acuerdo. Y eso que, por ejemplo, un equipo de béisbol participa en las Grandes Ligas de su vecino, también de la liga de hockey sobre hielo y el fútbol, o soccer. Lo que sí es un hecho: Trump exhibió la miseria del “gobernador del estado 52”, quien rápidamente se olvidó de lo que hizo Andrés Manuel López Obrador para que EU no lo sacara del T-MEC. Cuán lejos se ve el 20 de octubre, fecha de los comicios.
¿O no?
Se dio lo esperado
El caso del piloto mexicano, Sergio “Checo” Pérez, acaparó titulares a nivel mundial. Ni siquiera el campeonato del Real Madrid ocupó tantas tendencias en redes sociales como su salida de la escudería Red Bull Racing. Millones de comentarios hay al respecto, posturas, pero coincidiendo con quienes veíamos al tapatío fuera del equipo, fue la mejor decisión. ¿Cómo se dieron las negociaciones? Complejas y complicadas. En recientes apariciones públicas se le veía el desgaste, y a “toro pasado”, hasta la tristeza. La escudería lo abandonó, lo traicionó, lo dejó a su suerte. Se portaron mal, desde nuestro punto de vista. Pero “Checo” demostró altura de miras, caballerosidad y un talante que pocos en la parrilla tienen. Ni siquiera por ser europeo, con su supuesta superioridad, Christian Horner, el team principal, sacó lo miserable. El que sí lo hizo fue el tetracampeón del mundo, Max Verstappen. Eso se reconoce, el agradecimiento. No así a los dirigentes, lo que confirma que su decisión fue correcta. ¿Veremos a Pérez de nuevo en la pista? Por supuesto. Es la misma situación que vivió cuando lo echaron de Racing Point, ahora Aston Martin. Opciones hay, como la escudería Cadillac, que arrancará motores en 2026. Mientras, su experiencia estará a disposición de quien quiera ocuparlo para el cambio de regulaciones. Es un baluarte, y es nuestro. Seguimos subidos a la “Checoneta”.
¿O no?