Males mentales | Tremores
Tremores. ¿Nadie se dio cuenta? Esta presunta doctora, Marilyn Cote, cuyo caso fue exhibido por una cuenta de Twitter (ahora Equis) llamada Charlatanes Médicos, además de la usuaria @backtoapril, es la comidilla de la Angelópolis y se convirtió en cuestión de dos días en una bola de nieve. Adivinar si se encuentra en Puebla o, como ella misma presume, está en San Diego, California –en especial, el condado de La Jolla– atendiendo a personas que, ingenuamente, caen sus garras y las deshace, las revienta recetando medicamentos controlados. La abogada-criminalista en algún momento perdió sus cabales, y no es diagnóstico profesional (aunque si hay alguno, alguna entre nuestros lectores, no nos desmentirán), a juzgar por sus publicaciones en redes sociales. Reprobada en Photoshop, de pésimo gusto, abuso de filtros y alma podrida, esta presunta psiquiatra está metida en broncas legales. Aunque dice que está bien, vive en una realidad alterna, usurpa una profesión que no es la suya (sí, se licenció en Derecho y tiene doctorado en Psicología) y utiliza el número de Cédula de una profesional en ¡Danza! Y por si fuera poco, se asume como Great Master 7° Dan en Taekwondo, manipulando una imagen de Google, poniendo su foto. Además, como daño colateral, exhibió a un directorio que, al viejo estilo de la Sección Amarilla, publica lo que le pagan: Doctoralia. Al momento de redactar este sarcasmo, la información sobre Marilyn ya no estaba disponible. Obvio, comenzó el deslinde. Ya se está volviendo costumbre que las benditas redes sociales son un nido de transparencia, sobre todo de personas que se dedican a engañar, delinquir y defraudar. Como si se tratara de un universo paralelo o una dimensión alterna, se creó una vida que no tiene; una imagen de lo que no es; pero lo peor: hizo daño a mucha gente. Ojalá y se presenten las denuncias respectivas, que la autoridad actúe conforme a derecho, pues cometió, a la vista, muchos delitos. Además, presume haber escrito un libro que no existe. ¡OMG! Por lo pronto, la empresa Fifthy Doctors publicó un comunicado en el que, faltaba más, se deslinda de la conspicua y promete actuar en consecuencia. Basta con revisar el perfil de la ciudadana, en Instagram, para ver que su desorden mental es digno de un estudio. Hasta presumió que fue portada de una revista. Por supuesto, es falsa. Caray, ¿hasta dónde es capaz una persona de crear una vida que no existe?
¿O no?