El titiritero, exhibido | Tremores
Tremores. La mano que mece la cuna en los frentes opositores a la Cuarta Transformación tiene un nombre: Claudio X. González, quien fue exhibido por Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, en una de las Mañaneras del Pueblo; pero también puso su grano de arena el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta. El llamando “Júnior Tóxico” es quien está detrás de las protestas del Poder Judicial contra la Reforma en la materia, porque perderlo sería peligroso para sus intereses. Un ejemplo: la dilación jurídica desde la Tremenda Corte a favor de Ricardo Salinas Pliego, el magnate tóxico, para que no pague impuestos, lo que fue exhibido por la denuncia interpuesta en EU por los tenedores de deuda de Grupo Salinas. Otro: en el pasado, fueron los que promovieron el desafuero contra López Obrador para impedir que llegara a la Presidencia. Uno más: la intentona de amarrar las manos al ahora expresidente para que no frenara el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México, en Texcoco. El último: el freno a la Reforma Energética, debido a que quitaba participaciones a la Iniciativa Privada y, obvio, les haría perder millones de pesos, y dólares, a los potentados millonarios que son los verdaderos dueños del Poder Judicial.
¿O no?
Lawfare y la derecha
Al tener control del Poder Judicial, la oligarquía, o como decía AMLO: La Mafia del Poder, es dueña de la herramienta de la derecha por excelencia en contra de gobiernos de izquierda y/o progresistas. Mejor conocido como el lawfare, se vuelve un recurso miserable por el que enjuician a presidentes, presidentas. Hay muchos ejemplos en América Latina, el más reciente es el que le quieren aplicar el colombiano Gustavo Petro. Esto, por supuesto, no pasaría en la Argentina de Javier Milei, pero sí sucedió con Cristina Fernández y Alberto Fernández. El lawfare se vuelve una componenda corrupta con un fin: proteger sus intereses. Nada más. ¿Democracia? Sólo existe para crear narrativas falsas. Por eso cuando escuche a un personaje de derecha evocar a la democracia, ¡cuidado!, la realidad es que tiene un interés (o negocio) particular. No les interesa la patria.
¿O no?
Aplicó un “estate quieto”
Los anteriores vienen a colación por las declaraciones del júnior tóxico, Claudio X. González Guajardo, y el revire en redes de varios actores de la 4T. El más contundente fue el post en Equis del gobernador electo, Alejandro Armenta. “¿Destruir la democracia? Se nota que no has leído en el diccionario su definición: ‘Sistema político en el cual la soberanía reside en el pueblo’. Nos queda claro el resentimiento que tienes por la pérdida de privilegios”, fue el inicio del mensaje al sujeto que su único mérito es ser, literal, “hijo de papi” (dirían los chavorrucos). “El disfraz de empresario se te cayó, ahora sólo te has mostrado como realmente eres, un depredador voraz que vive de su padre y de los ‘donativos’. Las verdades duelen, pero son verdades… Junior”, fue la respuesta del futuro mandatario en apoyo a la presidenta Claudia Sheinbaum. Y sí, tal cual, quedó en ridículo, pues Morena y aliados les han ganado de todas, todas, con sus propias reglas: dos veces la Presidencia, mayoría de curules y escaños, casi todo el país es color guinda. Es hora que esa oposición que se despedaza cambie de líder, porque este ni ata, ni desata.
¿O no?
Editor: Fabián Sánchez