Tremores. Se veía venir. La ruptura entre la dirigencia reelecta del PRI, que recibió el aval del Tribunal Electoral federal, y Manlio Fabio Beltrones, se dio este domingo. Con eso, el tricolor pierde un escaño más y, posiblemente, se sume a Morena, con lo que no sólo tendrá la mayoría absoluta para cambiar la Constitución, sino que continúa el desmoronamiento de los partidos opositores al oficialismo, escenario que vive también el PAN. La “cargada”, dicen en los corrillos políticos. Don Beltrone representa un PRI que ya no existe: antes era elegante, ahora es burdo; hacían acuerdos en lo oscurito, ahora a plena luz del día; el cinismo no era tan evidente, ahora es patético. Por eso, el sonorense ya no tiene cabida, y es posible que militantes históricos renuncien, como Dulce María Sauri Riancho, Enrique Ochoa Reza, entre otros. ¿Quién queda en el edificio de Insurgentes? Chavales que no tiene identidad, experiencia… Puros émulos de “Alito” Moreno.

¿O no?

Abandonados

Hace unos días, desde este mismo espacio de sano esparcimiento, decíamos que en el Ayuntamiento de Puebla habían hecho las maletas, apagaron los teléfonos, dejaron los chats en “leídos e ignorados” y el último que cierre, apague la luz. Literal, se confirma que a 8 días de terminar sus encomiendas, ya se fueron. Obvio que hay servicios que la Comuna presta que son obligatorios, como la seguridad, que sigue operando. ¿Otro? Protección Civil, labores que, por su naturaleza, no pueden abandonarse. Pero lo que sí hicieron fue heredar la atención a los cientos, miles de baches que hay en la ciudad, de lo que también hemos dado cuenta en este medio. Estamos seguros que si el PAN hubiera ganado la capital en las elecciones del 2 de junio, habrían terminado bien. Pero como viene de otro color, a ver cómo se las arreglan. Si hicieron esto con los baches, ¿qué otros servicios abandonaron y dejaron en “visto”? El equipo de transición debe tener esto en la mira.

¿O no?

Sólo con una genialidad

Sí, otra vez el Puebla de la Franja volvió a perder, pero ahora tuvo que venir una genialidad del que expertos consideran el mejor extranjero que ha jugado en la Liga MX, André-Pierre Gignac, para que los Tigres ganaran por la mínima, el sábado en el Volcán. No es por nada, pero pareciera que los problemas directivos, que son muuuuuuchos, los dimes y diretes con el verdadero dueño del equipo, Ricardo Salinas Pliego; los amagos de mudanza y demás no han hecho mella. Esto es mérito del técnico, José Manuel “Chepo” de la Torre, que está sacando agua de las piedras para tener una escuadra medianamente competitiva, que jugó de tú a tú a los norteños, pero que una falta originó el golazo del francés. Está bien lo que hace el “Chepo”, es de resaltarse, pero tiene que haber algo más para traer de regreso a la afición al Estadio Cuauhtémoc. Por lo pronto, la taquilla para ver a la Selección contra un Valencia en caída libre, no llama la atención de los fanáticos. Se prevé un nuevo descalabro a la Federación Mexicana de Fútbol. Una pastilla de realidad para los dueños del balompié.

¿O no?

Editor: Fabián Sánchez