Una “tradición”, entrega de bases a fin de trienio
Entre 80 y 110 plazas ha sido el rango que cada administración saliente del Ayuntamiento de Puebla hereda al próximo presidente municipal, a pesar de las críticas sociales y de actores de oposición, pues esta práctica es común en cada transición.
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La actual gestión no ha sido la excepción, a solo 16 días de concluir el trienio, se aprobó la basificación de 110 plazas de trabajo, por parte del cabildo capitalino, en cuya sesión, del pasado 14 de julio, el alcalde Adán Domínguez Sánchez defendió la medida, argumentando que era un reconocimiento al esfuerzo y dedicación de los empleados.
Cabe recordar que las negociaciones para que se aceptara esta iniciativa iniciaron desde noviembre del 2023 cuando el Sindicato de Trabajadores de la Comuna entregó una lista de plazas faltantes, y fue hasta el 30 de mayo de 2024 cuando se completó la propuesta final con 110 trabajadores.
Las quejas de la oposición fueron debido a que de estos espacios de trabajo, el secretario general del Sindicato Benito Juárez, Gonzalo Juárez Méndez, tiene influencia sobre 79 trabajadores, ya que se trató de familiares y allegados.
Ente los nombres que generaron controversia resaltaron el de Fabiola Osorio Muñez, familiar del dirigente gremial; José Luis Osorio Muñoz, relacionado también con el líder; Octaviano Guevara Montiel, hermano de Enrique Guevara, secretario particular del alcalde Adán Domínguez y exdirector de Normatividad; y Claudia Marisela Hinojosa Alvarado, cuñada del secretario general del PAN, Marcos Castro.
Durante la votación de las basificaciones, el regidor de Morena, Leobardo Rodríguez Juárez, se quejó de la falta transparencia del proceso, y puntualizó que a estas plazas no deberían cobrarles en automático las cuotas sindicales, ya que, argumentó, no está dando opción de permitir o no la afiliación a la membresía, “cuando es algo que deberían elegir libremente”, por lo que su postura fue en contra.
Administraciones pasadas
En Puebla, la práctica de otorgar plazas laborales en los últimos días de una administración municipal ha sido una constante; diversas críticas y cuestionamientos parece ser una tendencia que todos los gobiernos siguen.
Tal fue el caso de la primera administración del panista Eduardo Rivera, de 2010 a 2014; durante los últimos días de este periodo, también se otorgaron nuevas plazas. En esa ocasión se trató de 80.
Estas decisiones también fueron criticadas por la oposición, quienes argumentaron que se trataba de un intento de asegurar lealtades y dejar una carga financiera a la siguiente administración.
De igual modo, en la administración de Antonio Gali, y su sustituto Luis Banck, de 2014 a 2018, se aprobaron 100 nuevas plazas. La controversia también se centró en la falta de transparencia y en la sospecha de que muchas de estas fueron otorgadas a familiares y amigos de los funcionarios salientes.
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Finalmente, en la pasada administración de la morenista Claudia Rivera, de 2018 a 2021, también siguió la tendencia, al aprobarse por el Cabildo 90 plazas en sus últimos días. Aquí las críticas se enfocaron en la falta de meritocracia y en cómo estas decisiones afectaron al presupuesto municipal.
