Celebra Zacatlán beatificación de Moisés Lira
El arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, visitó la comunidad de Tlatempan en Zacatlán, para realizar una celebración eucarística por la beatificación del presbítero Moisés Lira Serafín, quien era originario de ese lugar.
La ceremonia sirvió, además, para bendecir sus reliquias, luego de que la declaración ocurrió el sábado 14 de septiembre pasado en la Basílica de Guadalupe, en Ciudad de México.
De acuerdo con Alessandro Di Bussolo de Vatican News, Moisés Lira Serafín fue un misionero del Espíritu Santo que vivió en la primera mitad del siglo pasado.
“Nació en 1893, en la zona de Puebla, fundó en 1934 la Congregación de las Misioneras de la Caridad de María Inmaculada, con la misión de ayudar a todas las personas a vivir como hijos amados de Dios, y murió en 1950 en la Ciudad de México.
“(…) Cuando se trataba de Dios hablaba como un verdadero hijo y hablaba de Dios como un verdadero padre”, detalló.
Moisés Lira Serafín perdió a su mamá cuando tenía 5 años, después tuvo que mudarse constantemente por el trabajo de su papá.
“Su carácter seguía siendo alegre, juguetón y bromista (…) su objetivo era hacer felices a los demás. Al final de su vida, dijo otro testigo, ‘vi personalmente al padre Moisés muy enfermo y postrado, y sin embargo bromeaba con nosotros. En medio de sus numerosas enfermedades, intentaba no ser una carga para todos nosotros y para los demás’”.
En la homilía de su beatificación se destacó que “especial carisma para la dirección espiritual”, como confesor de seis a ocho horas diarias, pero también “en el acompañamiento de muchas personas, a las que también orientó en su opción de vida”.
Milagro de beatificación
A Moisés Lira Serafín se atribuye la curación milagrosa de una mujer embarazada, Rosa María Ramírez Mendoza, que a las 22 semanas de gestación descubrió que padecía una anomalía fetal muy grave.
“La mujer se niega a interrumpir el embarazo, como le sugieren los médicos, y confía fielmente su situación al padre Moisés, cuyo libro sobre su vocación sacerdotal está leyendo en ese momento, invocando de él la curación durante nueve días consecutivos. En una revisión en el sexto mes de embarazo, el médico, para su asombro, informó a la paciente de que la anomalía había desaparecido y el feto gozaba de buena salud. El 6 de septiembre del 2004, Rosa María dio a luz a Lissette Sarahí, una niña perfectamente sana”, detalla el material periodístico de Vatican News.
Moisés Lira Serafín está enterrado en el Templo Expiatorio Nacional de San Felipe de Jesús, en Ciudad de México.