Ahora resulta | Tremores
Tremores. No cabe duda de que, en la derrota, todos y nadie son culpables. La derrota, pues, es huérfana. Y en el Partido Acción Nacional están buscando a los responsables de la debacle en las urnas el pasado 2 de junio. Parece que, en algunas áreas del albiazul, ya pasó la última etapa del duelo: la aceptación. Lo gacho es que, después de millones de fotos, selfies, sonrisas, señales con la X en los dedos, promesas, llantos y sufrimiento, ahora culpen, en parte, de la derrota a Xóchitl Gálvez. Interesante lo que analizó el Consejo Estatal azul: “faltan partes para saber quiénes tomaron ciertas decisiones”. Palabras más, palabras menos, así dice el resolutivo. Lo que apuntaría, sin decirlo, al dirigente nacional, Marko Cortés Mendoza. Y de ahí, se va a uno que fue aliado y cómplice (si no, pregúntenle a la ministra Norma Piña) en la alianza, el PRI de “Alito” Moreno, lo que se sabía que era una pésima idea. Era surreal ver a un panista siendo ovacionado en el viejo edificio de la Diagonal. O que los campesinos de la CNC, los que quedan, apoyaran a los terratenientes del PAN. En eso, coincidimos.
¿O no?
En Puebla, nada que hacer
Por supuesto que el análisis discurre hacia la aldea, al terruño. Ahí sí, nada que hacer. La aplanadora de la 4T poblana fue contundente, todos subidos a la ola de López Obrador, Claudia Sheinbaum y demás abanderados. Eduardo Rivera, en el papel, era el mejor candidato que pudieron haber mandado los aliancistas. En el tricolor, pues ya no hay cuadros competitivos, y parece que ni militantes (sólo queda el amigo “Pollo”). Además, los enjuagues se hicieron en el edificio de Insurgentes, o en la casa de un ministro de la Tremenda Corte. El caso es que en Puebla la derrotada estaba cantada, aunque intentaron competir.
¿O no?
Incendio capitalino
Tiene dos frentes abiertos el alcalde Adán Domínguez, a menos de un mes y medio de entregar la estafeta a Pepe Chedraui Budib. Uno es con los comerciantes del Centro Histórico. El otro, con los vecinos del Barrio de Santiago. El primero se da por un operativo contra ambulantes, el cual perjudicó a un grupo de empresarios por el cierre de vialidades importantes. El otro, por la peatonalización de la 19 Sur y la avenida 11 Poniente, afuera (of course) de la UPAEP. Los vecinos acusan que la Comuna no cumplió con lo pactado, que era cerrar sólo un carril de circulación de la 11 Poniente. Amagan los afectados con entablar recursos legales. Mientras tanto, en el primer hecho, ¿qué hizo el Ayuntamiento ante el cierre de calles en la protesta del comercio? Mandarles a los Granaderos. peeeero, a los ambulantes les mandan a los de Vía Pública. Herencias malditas.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”