Tremores. Pues sí, parece ser que el país está divido por el tema de la Reforma Judicial de la 4T, que propone la elección de jueces y magistrados. ¿El fin? Terminar con la corrupción. No obstante, los argumentos de un lado (el Poder Judicial) y del otro (los impulsores) son dignos de análisis. Por supuesto, cada quien defiende su terruño, sus intereses, sus gustos, sus ideologías… Es respetable, siempre y cuando no se superen ciertos límites. En fin, la marcha de ayer en varios estados del país es una muestra de que hay quienes buscan mantener su chamba (aunque han dicho hasta el cansancio que no se tocarán temas laborales), los abogados y las abogadas que se sumaron afirman que se va a desmantelar el sistema judicial. Por otro lado, algunos ciudadanos acusaron a los trabajadores de “corruptos”, y se enfrentaron. Esto sucedió en la CDMX. Cada quien, desde su trinchera, defiende su postura, por eso el país está dividido, a menos de 40 días del cambio de estafeta presidencial. ¿Quién tiene la razón? Todos y nadie, pero el último que salga, que apague la luz.

¿O no?

Las dos varas para medir

Cada vez que hay una situación que incomoda a Occidente, la censuran. Cada vez que hay un tema que pone en predicamento al establishment, es atacado. Por ejemplo, la guerra entre Israel y Palestina. Desde Occidente, con todo el apoyo del aparato militar, dicen que es un acto de defensa contra los terroristas palestinos. El otro lado lo califica de genocidio. Y esto es cada vez más profundo con el auge de las redes sociales, donde cada persona en la red (y muuuuuchos bots) reproducen a mansalva lo que les conviene. Si algo osa criticar la intervención militar, lo llaman “antisemita” (o sea, ¿cómo?), como ha sucedido con los estudiantes universitarios en Estados Unidos, sobre todo de escuelas judías. Así las dos varas. Puedes disentir, pero no estar en contra. Así se mide en este mundo, escondiendo la mano que arrojó la piedra.

¿O no?

Y que gana el Puebla

Al técnico de La Franja, José Manuel “Chepo” de la Torre, le sirvieron los días que tuvo después de la eliminación de ese bodrio llamado Leagues Cup. Con las piezas que tiene, que no son muchas, les enseñó lo que quiere del equipo. Expuso sus talentos, minimizó sus debilidades. Sí, ya sabemos, que todos los rivales le juegan como nunca a las Águilas del América. Pero de eso a ganarle por la mínima en el Estadio de la Ciudad de los Deportes, es una hazaña. Hasta los comentócratas televisivos, salvo los de una cadena, le dieron su mérito a un Puebla que mantuvo a raya a los de Coapa. Por lo menos nos dio una alegría. Esperamos que el técnico, con gran palmarés en su haber, sepa darle continuidad y vuelva a ser el Pueblota que tanto nos gusta.

¿O no?

“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”

Editor: Fabián Sánchez