Éxodo español a Puebla: Simbiosis cultural



Foto: gob.mx
El éxodo español resultó en simbiosis cultural, en la cual el país y el estado abrieron sus puertas a los refugiados económicos y de la dictadura franquista

El éxodo español a México y Puebla resultó en una simbiosis cultural, en la cual el país y el estado abrieron sus puertas a los refugiados económicos y de la dictadura franquista, para que esta comunidad se arraigara a tal grado de volverse más mexicanos que ibéricos, relatan los herederos de este hecho histórico.

Ramón Fernández García, hijo de exiliados. Foto: Arturo Cravioto.

“Es una comunidad que sigue viva; es más grande que nunca, ya la mayor parte somos mexicanos, y a mucho orgullo. Nos sentimos muy contentos de ser mexicanos”, expresó con entusiasmo Ramón Fernández García, hijo de exiliados españoles, quién fue, en Puebla, tesorero de la Beneficencia Española, consejero de la ya desaparecida Cámara Española de Comercio y uno de los fundadores del Parque España.

El éxodo ibérico

El exilio dejó una huella profunda en la vida económica, política, social y cultural de Puebla.

Son dos factores principales que propiciaron la migración de españoles a América, México y Puebla.

El primero es de carácter económico e inició desde mediados del Siglo XIX, cuando muchas familias tuvieron que buscar otras tierras para poder prosperar.

Infografía: Zulma Irineo.

El segundo factor fue la Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939, cuando miles de españoles huyeron del conflicto, y luego de la dictadura de Francisco Franco, para encontrar refugio en tierras mexicanas.

Foto: Arturo Cravioto.

En esa época, el entonces presidente Lázaro Cárdenas del Río implementó una política de solidaridad internacional y otorgó asilo político a alrededor de 25 mil exiliados españoles en México.

De esta forma, nuestro país se negó a reconocer al gobierno militar de Francisco Franco durante tres décadas, brindando apoyo a la resistencia del Frente Popular, es decir, los Republicanos.

Foto: gob.mx

“Desde entonces ya los españoles de nacimiento, en Puebla, cada día son menos, porque van muriendo”, destacó Fernández García, empresario e hijo de inmigrantes españoles en Puebla.

Comunidades exiliadas

En entrevista con MGM Noticias, destacó a las comunidades gallegas, montañesas y asturianas como las más importantes y numerosas que llegaron a Puebla producto de esta migración.

Sobre la odisea de cruzar el Océano Atlántico para escapar de la dictadura, de la guerra o de la difícil situación económica que propició el franquismo, recordó los viajes en barco de hasta tres semanas.

Foto: Especial.

“Había dos barcos que eran tradicionales, había más, pero dentro de los más conocidos estaba ‘El Covadonga’ y ‘El Guadalupe’ (…) Entonces esos barcos venían y se vaciaban en México de españoles que venían”, indicó Fernández García.

Detalló que el viaje era largo, con las inconveniencias del viaje transoceánico; sin embargo, narró que estos dos barcos contaban con una limitada sección de primera clase, además de segunda, de tercera y hasta una cuarta para trasladar a los españoles con menores recursos.

“Por ejemplo, en ‘El Covadonga’ y en ‘El Guadalupe’ había pasajeros en primera clase, entonces era lo lujoso, vamos a decir(…) Había también pasajeros de segunda clase, que ya no eran tantos; de tercera clase, que a lo mejor era la mayoría, y de cuarta clase, los que venían casi embodegados, pues las cubiertas eran prácticamente bodegas. Para la mayoría de las personas sí fueron condiciones muy raquíticas de viaje, aunque también venía gente de mucho dinero”.

Como México no hay dos

La bastedad y diversidad del territorio, junto con el carácter y personalidad afectiva ya abierta de la sociedad mexicana, dijo Fernández García, fue lo que enamoró a los migrantes.

Incluso, reveló que, a pesar de haber regresado a España décadas después del éxodo, prefirió volver a México para vivir sus últimos días en esta tierra de águilas, serpientes y nopales.

Foto: Arturo Cravioto.

“Yo le puedo decir que mi padre era mucho más mexicano que español; en un momento determinado, cuando cerró sus negocios, regresó a España con la idea de quedarse allá; sin embargo, a los dos años no aguantó y dijo: ‘mejor me regreso a México’”, relató.

Incluso contó que, por la distancia y las carencias de la tecnología de la segunda mitad del siglo XX, su padre se enteró de la muerte de su madre dos meses después de ocurrida, ya que el correo era el medio más utilizado, a pesar del teléfono que por ser transcontinental, era costoso realizar una llamada.

Contribución económica

Ramón Fernández García destacó el aporte a la economía poblana de la colonia española en México.

En el caso de México, puso como ejemplo a la Cervecería Modelo como la principal empresa de origen español.

Foto: Archivo General de la Nación.

Sobre Puebla, destacó a los abarroteros de la Casa Matanzos, que llegaron a fijar el precio de la canela a nivel mundial; además de las empresas textileras de capital ibérico.

Además, enfatizó la labor de Joaquín Díaz Loredo, quien a los 17 años llega a México desde Pola de Siero, Oviedo, con apenas estudios de primaria, pero una gran habilidad para el fútbol y el emprendedurismo, lo cual le valió fundar el equipo de fútbol Puebla FC en 1944, y a contribuir al desarrollo de la industria textil.

Compró una manzana en la capital del estado para fundar Hilados Blanca, dejando una huella en el ámbito económico de la región.

Editor: Fabián Sánchez

Primera de tres partes

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