Venezuela, un polvorín | Tremores
Lo adelantamos el viernes pasado en los Tremores, cuando leyó usted nuestra portada: lo de Venezuela no es más que la lucha por el negocio que representa el petróleo. Pues en respuesta, el presidente Nicolás Maduro afirmó, tras todo el tinglado, ante los resultados electorales y la avalancha de la derecha, que las reservas se las va a entregar las reservas al BRICS, que conforman Brasil, Rusia, China, Sudáfrica y muchos países más. No defendemos a Maduro, aclaramos, pero tampoco avalamos el embate que encabeza Estados Unidos vía la oposición venezolana, que no lleva el candidato presidencial, Edmundo González, sino la lideresa María Corina Machado, el real enlace con el establishment. ¿Qué pasa cuando pones la bota al cuello por tanto tiempo a un país inmensamente rico, vía las sanciones económicas? Fortaleces a un régimen con tintes dictatoriales. Lo único que hacen los políticos es manipular a la gente para lograr sus intereses.
¿O no?
Se juega su última carta
El Partido Acción Nacional sigue sin aceptar la derrota estrepitosa que sufrió el pasado 2 de junio. Y ahora echa a andar su maquinaria con el último recurso que tiene para no hacer más lamentable el fracaso de sus candidatos y candidatas en todo el país. ¿Por qué subirse al tren de la sobrerrepresentación? Porque si se aplica a rajatabla la ley, la asignación de curules plurinominales sería por partido, no por coalición. Con esto, Morena y sus aliados tendrían la mayoría absoluta en ambas Cámaras. Podrían cambiar la Constitución a placer. Lo que no dicen es que esta elección se hizo con las reglas que tanto el PAN como el PRI aprobaron. Ahora, ponen a sus hordas a crear la narrativa de evitar la sobrerrepresentación, a hacer propaganda y, de nuevo, a dividir la opinión pública sobre algo que se beneficiaron en el pasado: la asignación, o venta, de candidaturas de representación proporcional.
¿O no?
¿Regresa a su terruño?
Parece que ahora sí, Néstor Camarillotl se acordó dónde está ubicado El Molino, comunidad de Zacapoaxtla que le entregó, o así lo dicen, la firma de autoadscripción como indígena para ser su representante en la Cámara Alta. ¿En qué basamos este dicho? Simple, en un cartel de jaripeo que comenzó a circular en redes sociales, el cual es organizado por el propio Camarillotl y el Comité de la Iglesia. Y surge la inevitable duda: ¿Quién invitó al priista a esta simulación? Seguro, alguien que quiere quedar bien, pues también significa es una oportunidad para congraciarse con El Molino.
¿O no?
“No hagan caso, son Tremores, son Tremores”